miércoles, 11 de julio de 2018

OTRA PÉRDIDA DE OTRA TRADICIÓN


Las tradiciones se cultivan, se revitalizan, se animan, se cultivan… Cuando nada de eso se hace o se da, entran en crisis, empobrecen y corren el riesgo de desaparecer.
Sucede ahora en el Puerto de la Cruz, con unas Fiestas de Julio que, en el programa anunciador y derivados, llaman ‘grandes’, no se sabe por qué. Hasta esas magnificencias hacen daño o nada favorece, viendo después lo que se realiza.
Sucede con la exposición de miniaturas y reproducciones a escala del muelle  que tenía como marco la pila de la plaza del Charco, con su inmortal y frondosa ñamera como elegante y vitalista elemento. Este año no hubo y el vacío se notaba. Tanto, que centenares de personas se acercaban, mostraban su decepción y luego lamentaban la pérdida de la tradición, posiblemente la ausencia que más críticas ha generado, por entender que hay hechos consustanciales que si quiebran su continuidad significan una pérdida considerable. Esta es una más de las que vienen registrándose en el municipio.
El malestar social, por estas razones, ha sido considerable. Se nota en las redes, donde circula un escrito explicativo y justificativo del por qué no se ha acometido este año la exposición. A quien adjetivó las fiestas con ‘grandes’, ya sabe que esta desaparición las empequeñeció. Hay otras muchas cosas pero esta, por lo que tiene de creatividad y de sostén tradicional, duele mucho más.
Una lástima.

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