La Declaración de Islandia, firmada el pasado viernes en
Reykiavik, capital del país, por las organizaciones del turismo de los países
europeos agrupadas en la Comisión Europea de Viajes, consolida una respuesta
inequívoca a los movimientos contra el turismo. La iniciativa resulta muy
interesante después de las manifestaciones y concentraciones de protesta por
los perjuicios que ocasiona la saturación que se han sucedido en distintos
destinos, principalmente insulares.
El documento constata que el turismo se
centra en las personas y que eso refuerza las comunidades, la cultura y la
naturaleza.
La asamblea número 110 de la Comisión concluyó que el turismo “enriquece la vida local, regenera destinos y salvaguarda el patrimonio cultural y natural de Europa”.
El documento enfatiza seis aspectos del
turismo: que es un beneficio conjunto, que los ciudadanos y las comunidades
están en el centro, que propicia y emplea la digitalización continental, que
respeta la cultura y patrimonio, que refuerza las sociedades y que el turismo
es un factor de paz y comunicación entre países.
No se menciona a los movimientos
antiturismo, pero no hace falta porque todo el documento es una respuesta a la
proliferación de este tipo de acciones.
En el caso de España, algunos puntos de
este documento parecen cuestionar al propio gobierno, al menos a algunos de los
socios que lo apoyan, pero, finalmente, la firma se ha estampado y ello supone
un nuevo paso en la búsqueda del respeto y la consideración que debe acompañar
a la industria turística, la cual, por otro lado, debe seguir preocupándose,
junto a las instituciones y administraciones tanto públicas como privadas, por
una mejora y cualificación de las promociones, ofertas y destinos.
1 comentario:
De acuerdo con el envite. Respeto al entorno de todo tipo, si a la V.V. bien entendida, trabajo legal y precios buenos para todos los sectores.
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