jueves, 21 de enero de 2010

¿QUÉ HICIERON EN ISLANDIA?

Es de esperar que los responsables de la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias hayan leído las informaciones que insertaba el suplemento 'Negocios' del diario El País del pasado domingo referidas a la situación en Islandia, allí donde hace unos meses fueron a presentar bondades climáticas y a promocionar nuestros valores turísticos en un intento de explorar nuevos mercados y captarlos.
"Arde Islandia". "La catástrofe económica deja al descubierto las miserias de la antaño envidiada isla". "Islandia se queda sin felicidad". "Los excesos de la banca acaban con un modelo que muchos habían tomado como referencia". "Proliferan las tiendas vacías y los edificios a medio construir". "La crisis del sistema financiero deja muchos parados de alta cualificación". "Queda crisis para rato y muchos años hasta recuperar el nivel perdido".
Las frases entrecomilladas han sido extraídas de las informaciones aludidas. Son suficientemente ilustrativas como para preguntarse qué fueron a hacer los responsables en esa isla sacudida por las consecuencias de una crisis económico-financiera de magnitudes extraordinarias. Los islandeses, en efecto, se enfrentan ahora a un referéndum para decidir qué hacer con las deudas que han derivado de los altos intereses de unos depósitos bancarios hechos principalmente por clientes del Reino Unido y Holanda. Los gobiernos de estos países abonaron a los depositantes pero ahora reclaman lo suyo al de Islandia. De acuerdo con las informaciones mencionadas, "son 3.900 millones de euros (el 50% del PIB del país) los que podrían llegar a pagar los contribuyentes de ese país con 317.000 habitantes, a 12.000 euros per cápita.
Estas sí que son cifras de crisis y no las grandes superficies llenas que aún se ven en Canarias y no digamos los restaurantes donde hay que reservar o ir con mucha antelación para acceder a una mesa.
Bueno, pues, hasta ahí, hasta el corazón de esa cifras y de esos problemas tan serios para una nación se fueron los responsables de la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias.
Acertaron, ¿verdad?

No hay comentarios: