miércoles, 3 de noviembre de 2010

HUELE A CAOS

Vaya show, qué espectáculo. Como si los canarios no tuvieran suficiente con todas sus tribulaciones y con las añadidas que tengan relación con la política, ahora asisten atónitos -¿o no tanto?- a la controversia de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma, los cuasi póstumos de José Manuel Soria quien, en una pirueta compartida con Paulino Rivero para demostrar que el más difícil todavía es posible en la pista política canaria, materializó su abandono del ejecutivo con la aprobación de las cuentas en el último consejo de gobierno.
La controversia alcanzó paradójicos caracteres de alarma y tente tieso en la mañana del martes, después del largo puente, se supone que aprovechado por algunos para repasar previsiones y resultados. Verán: va y se descubre que hay 86,5 millones de euros más sobre las cantidades inicialmente presentadas y registradas. Alguien del Partido Popular que se apresura a decir que así las cuentas, su grupo no vota a favor. Poco después, otra representante de la formación conservadora, en plan correctora, probablemente alarmada por la repercusión que el asunto cobraría, que hay que estudiar y reconsiderar para plasmar el apoyo. El nuevo consejero de Economía y Hacienda, Jorge Rodríguez (CC), que afirma que las modificaciones introducidas fueron acordadas en aquel ya célebre consejo de despedida y hasta la próxima, que te seguiré rondando. Con la fiebre ya desatada, el poortavoz parlamentario de CC, José Miguel Barragán, que aplica sus antibióticos: "El PP busca una justificación para no apoyar los presupuestos".
Lo dicho: qué show, qué espectáculo.
Y con los Presupuestos Generales, los recortados, los estrechos, los asfixiados, como apetecible objeto de órdago y polémicas. Hay quien habla de revancha y entonces la tristeza, la impotencia, el desespero y la resignación son mayores. Los revanchismos, los intereses de partido, las triquiñuelas, las tensiones antes que las soluciones y las alternativas. Una tierra condenada. En plena crisis, y con estas cosas. Otra situación para demostrar que todos esos discursos de trabajar por Canarias, de compromiso con Canarias, de Canarias lo único importante son pura filfa. Ni unas circunstancias como las presentes son capaces de hacer reflexionar a quienes tienen y han tenido responsabilidades gubernamentales. Huele a caos. Aunque no pase nada.

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