sábado, 3 de abril de 2010

SE APAGÓ LA VOZ DEPORTIVA DE CARLOS ARGÜELLES

Las primeras referencias que se almacenan en la memoria de Carlos Argüelles García, recientemente fallecido, hay que situarlas en la primera década de los años sesenta del pasado siglo, cuando escuchábamos “La Voz del Valle”, aquella emisora sindical emplazada en el Ayuntamiento de La Orotava y que dirigía el padre José Siverio.


La emisora alcanzó gran popularidad (la televisión entonces no existía o era muy incipiente) merced a un programa de participación titulado “Las tres columnas”, consistente en la recaudación de fondos destinados a hacer más llevadera la denominada “Navidad de los humildes”.


Décadas después, los historiadores Julio Yanes y Rodrigo Rodríguez hicieron una exhaustiva investigación de las entretelas de aquella emisora entrañable para todos los habitantes del norte tinerfeño. Ese trabajo dio como fruto un excelente libro “La radiodifusión sindical del franquismo. La Voz del Valle en las Islas Canarias 1960-65”, un documento (según Juan Cruz Ruiz, autor del prólogo) “de primera magnitud que a mí, al menos, me ha puesto los pelos de punta”.


En las páginas de este libro se alude al quehacer de Carlos Argüelles, que había sido árbitro de fútbol. Era lo que hoy equivaldría al jefe de deportes de cualquier medio. Se las ingeniaba Argüelles para hacer bueno el principio de la inmediatez desafiando las limitaciones técnicas de la época y para coordinar un equipo de corresponsales y colaboradores que daban cuerpo a la información en los programas deportivos que conducía ante el micrófono. Con Juan Cruz transmitimos noticias de resultados de las categorías inferiores, desde la centralita localizada en la empresa “Hernández Hermanos”.


Además, Argüelles era un gran aficionado al ciclismo. A su iniciativa se debe aquel célebre Cinturón Ciclista del Valle de La Orotava, una de las escasas pruebas que entonces se disputaba en las carreteras de la isla y que era incluida como uno de los principales números del programa de las fiestas de la localidad. La voz de Argüelles, transmitiendo la prueba, era inconfundible. También informó, desde las vetustas centralitas de los pueblos por donde discurría, de la Vuelta Ciclista a Tenerife, aunque la “hazaña” de aquellos años fue la cobertura de un récord de resistencia que protagonizó un ciclista colombiano, Marco Antonio Márquez, en el “habilitado” velódromo de la misma plaza del Ayuntamiento de La Orotava. Argüelles fue no sólo mentor de la cosa sino un entusiasta ejecutivo en todos los órdenes de organización hasta desembocar en el micrófono con sus impresiones de primera y experta mano. Carlos fue la referencia deportiva de “La Voz del Valle”.


Le conocimos entonces cuando presentaba los festivales de disfraces infantiles en el costado sur de la plaza del Charco. Hasta aquí bajaba para presentar a los concursantes y animar los modestos espectáculos que montaban en aquellos años los responsables portuenses de los festejos.


Se fue alejando de los ámbitos deportivos y mediático pero siempre estuvo atento a resultados, clasificaciones y publicaciones. Cuando nos saludábamos en algún recinto deportivo siempre había minutos para evocar aquellos menesteres suyos que luego reeditó -¡lo que son las cosas!- en una tertulia televisiva junto a otros destacados villeros, amantes de las esencias del pueblo y protagonistas, en distinta medida, de esa pequeña gran historia.


Descanse en paz.


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