jueves, 19 de noviembre de 2020

EFICIENCIA EN LOS SERVICIOS PERO IMPRESCINDIBLE COMPORTAMIENTO CÍVICO

 

Hace años, cuando la alcaldía, exponíamos en reuniones internas y debates públicos, a propósito de las diferencias del estado de las vías de La Orotava y Puerto de la Cruz, el ejemplo de cuántos puestos de perros calientes había en una localidad y otra, como referencia de los motivos que inducían, a partir del consumo, a un estado de conservación y a una apariencia de limpieza diferente. Y a ello añadíamos que también era determinante el papel de la ciudadanía: una mayor concienciación y una respuesta cabal y consecuente, una elemental cuestión de civismo si se quiere, influía poderosamente para que se produjera esa imagen. En la Villa, menos consumo, menos desperdicios y residuos en las calles; en el Puerto, ciudad de servicios y de tránsito peatonal de la mañana a la noche, más consumo y más comportamiento incívico.

Ahora, el ayuntamiento portuense informa de la actuación de la empresa Aqualia, gestora del Servicio Municipal de Aguas, que prevé, cuando finalice el presente año, una extracción de residuos sólidos procedentes de imbornales y rejillas de alcantarillas cercana a las veintiocho toneladas. Y eso que, dadas las circunstancias concurrentes, han venido o están viniendo muchos menos turistas. Ello nos da idea de una conducta contraproducente e irresponsable, independientemente de corroborar el razonamiento del primer párrafo. Otros datos ilustrativos: en lo que va de año, Aqualia ha limpiado doscientos setenta imbornales y 11,20 kilómetros de colectores.

La firma, según se explica en una nota informativa, realiza durante todo el año estas labores de limpieza de las infraestructuras hídricas de saneamiento en la ciudad para evitar que se atasquen. Estos días refuerza estos trabajos, disponiendo así lo conveniente para atender todas aquellas contingencias que puedan ocurrir debido a las lluvias que suelen llegar aparejadas al otoño a Canarias. El objetivo de este tipo de trabajos es extraer la suciedad, hojas, papeles y otro tipo de residuos que se acumulan dentro de las redes de saneamiento y que dificultan la recogida de agua en los días de lluvia, pudiendo llegar a producir inundaciones en las calles. Gracias a esta labor, las tuberías quedan limpias y recuperan su capacidad de drenaje. La compañía estima que las estaciones de bombeo del municipio bombeen a la depuradora comarcal del valle de La Orotava novecientos cincuenta millones de litros de agua residual para ser tratados y procesado convenientemente.

Se han realizado también trabajos preventivos y correctivos en los 6 bombeos de aguas residuales de la ciudad y en la red de evacuación de aguas pluviales, cuyo buen funcionamiento cobra especial relevancia en esta época. Para estos trabajos se han empleado más de ciento ochenta horas de trabajo del camión succionador de gran tonelaje, que aspira la suciedad del interior de la tubería para hacer desaparecer los posibles atascos. También se han dedicado doscientas ochenta y ocho horas de grúa de elevación para levantar los equipos de bombeo de gran capacidad, de manera que se pudiera proceder a su limpieza. Además, los aliviaderos de la red general de saneamiento han sido inspeccionados seis veces en el año y se han realizado cincuenta y seis obras de renovación de imbornales y otras seis de renovación de colectores.

Pero no basta con las prestaciones del servicio público, con que sean eficientes. Para eso se paga, podrán decir. Es indispensable que haya colaboración ciudadana. Lo advierte la concejala de Bienestar Comunitario, Acción educativa y Prácticas saludables, Flora Perera, cuando señala que “el mantenimiento de estas infraestructuras depende en muchos casos de la concienciación ciudadana a través de un correcto uso de la red de saneamiento, no solo de los imbornales, sino que este buen uso comienza en el inodoro de nuestros domicilios, donde hemos de evitar arrojar suciedad, vertidos o papeles a los mismos que provoquen atascos y malos olores en las calles”. Por eso aprovechó la ocasión para invitar al conjunto de la ciudadanía a unirse al compromiso con la protección y el cuidado del medioambiente en beneficio de todos.

Algunas iniciativas o campañas bien enfocadas en ese sentido serían en nuestra opinión muy positivas para mejorar los comportamientos cívicos, el funcionamiento de los servicios y las propias infraestructuras.

1 comentario:

zoilolobo dijo...

Siempre me he sentido orgulloso , sobre todo en la península, del civismo que los portuenses demuestran en mantener limpia su ciudad. Cuesta creer que estaba equivocado al respecto y me duele. Espero por el bien de la comunidad en general que sigamos siendo tan limpios como lo fuimos siempre y contribuyamos a ello con optimismo. En cualquier caso, el Puerto de la Cruz no es, ni mucho menos, la ciudad turística más sucia de España.
Saludos cordiales desde Sant Feliú de Guixols.
Magnífico artículo, Salvador.