El Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) promueve una iniciativa, titulada Canarias importa, consistente en diseñar un nuevo modelo de desarrollo para las islas.
El empresario y profesor asociado de dicha universidad, Eduardo William, explica que el proyecto tiene diez ejes estratégicos y que el apartado dedicado a turismo es el más importante. Se trata de desarrollar tres propuestas concretas como dinamizadoras del turismo para su diversificación en Canarias: un nuevo modelo turístico, vacaciones orientadas a la captación de los mayores y laboratorios de innovación de referencia internacional que profundizarán en la digitalización y la sostenibilidad, dos factores primordiales en el futuro del sector. Algunas entidades grancanarias ya trabajan en esta iniciativa.
Canarias, según BBVA Research, ha experimentado, entre marzo y septiembre del presente año, una disminución de entre el 18,6 y el 40,8 % del Producto Interior Bruto (PIB), lo que nos da una idea de los estragos causados por la COVID-19. En ese escenario aún plagado de incertidumbres el profesor William explica en canariasahora.com que el nuevo modelo turístico aprovecharía el liderazgo mundial del Archipiélago para orientarse hacia un sector inteligente. “Un turismo mucho más digital, mucho más conceptualizado en el ámbito humano, en el tema de la responsabilidad con el planeta”. Esta vía, reconoce, es posible “porque precisamente tenemos un mercado, un sector, una demanda y una oferta muy potente". La otra idea aspira a “romper el axioma fundamental de que el turismo se basa en el desplazamiento”, cuando a su juicio se sustenta “en la experiencia, en la inteligencia y en las emociones”. La realidad extendida y la neurociencia serían los motores en este cambio de paradigma.
Se trata, de acuerdo con estos postulados, de que los sectores público y privado vayan de la mano para avanzar hacia la consecución de ese nuevo modelo. Si importante ha de ser la aportación de las administraciones públicas no menos debe ser la respuesta del empresariado del sector, consciente de que se abre una nueva etapa en la que habrá que gestionar con conceptos y métodos muy distintos y con un peso significativo de la tecnología digital. William dice que hasta ahora hemos venido haciendo vueltas de reconocimiento pero que ha llegado la hora de hacer los deberes. Y hay muchos pendientes. Es todo un desafío para el sector y para la institucionalidad canaria. Procurar una gran marca internacional tecnológica que nos pueda poner en el gran centro de I+D+i vinculado al turismo debe ser la gran aspiración que defiende Eduardo William.
Trabajar a fondo con los mayores es otra de las líneas trazadas para fomentar la competitividad. Canarias importa consigna un proyecto piloto que englobe un hotel escuela y un laboratorio orientado al turismo de la tercera edad, como todavía es denominada por muchos. Según el profesor William, esta iniciativa permitiría la creación de una marca para la renovación de los hoteles, es decir, “que pueda haber una opción en la reconceptualización de la planta alojativa para orientarla a ‘resorts’ o a una estructura, a un ecosistema, a pequeñas ciudades de la tercera edad”.
En cuanto a los laboratorios de innovación, se muestra optimista pues en el marco del turismo inteligente hay acciones que ya se están desarrollando y solo haría falta alinearlas de manera conjunta para poner a prueba la eficacia de la implantación de aquéllos.
En fin, que algo se mueve para preparar el turismo del futuro. Un turismo que, teóricamente, viene cargado de exigencias y obligará a medidas y cambios sustanciales. La experiencia será un grado pero los propósitos de adaptación, primordiales.
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