Un bout du monde. Desde Francia soplan vientos innovadores para la comunicación periodística. Con tal de recuperar credibilidad y lectores, en plena controversia sobre el cambio de modelo de negocio, hay que prestar atención a la iniciativa promovida por el periódico Le Monde, consistente en que los redactores de un medio de comunicación y los ciudadanos formen parte del accionariado, se integren y participen en su gobernanza del medio hasta contribuir progresivamente a los objetivos de superar el ambiente de desconfianza y dudas que lo pueda caracterizar.
Un bout du monde, traducido como parte, lado o fin del mundo, es el título del proyecto concebido por Julia Cagé, una profesora de Economía, especialista en financiación de medios y autora de un libro muy leído, Salvar los medios de comunicación, que es, además, la presidente de la Sociedad de Lectores del prestigioso diario Le Monde. Cagé se lanza sin reservas hacia el objetivo: “La reconquista democrática de los medios de comunicación y restaurar la confianza de los ciudadanos en ellos”.
Se pretende que la idea no sea exclusiva de Le Monde sino que se extienda a otros ámbitos mediáticos. Y es que el modelo de Cagé, esa Sociedad de Lectores creada para favorecer o impulsar la democratización del periódico, parece agotado o necesita de una revitalización. En su día gozó de gran influencia entre los accionistas mayoritarios, llegó a tener poder de veto, pero ahora se quiere dar un paso más allá, aunque inicialmente se admite que la entrada de nuevos accionistas asociados es muy complicada dada la personalidad jurídica de la que se dotó en su día la Sociedad.
De momento, ya han lanzado una campaña de crowdfunding o micromecenazgo, en castellano, esto es, una red de financiación colectiva, normalmente online, por medio de donaciones económicas o de otro tipo, que sirven para financiar un determinado proyecto a cambio de recompensas, participaciones de forma altruista.
Bout du Monde, la nueva asociación sin fines de lucro en la que cada miembro tiene un voto en una junta general a partir de una donación de cinco euros, “está diseñada para brindar esta garantía democrática.”
Para su primera campaña de recaudación de fondos, se ha fijado un objetivo de 150.000 euros. Según la profesora Cagé. “la idea es tener una herramienta que pueda insertarse en el contexto de grandes grupos de prensa como el Grupo Le Monde y situar a los lectores, ciudadanos y periodistas en el corazón de la gobernanza de los medios”.
Y explicita, según recoge Laboratorio de Periodismo, de la Fundación Luca de Tena, las tres grandes metas de la iniciativa:
-Permitir gracias a las campañas de crowdfunding, el ingreso de periodistas y ciudadanos al capital de los medios de información mediante la adquisición de acciones o participaciones.
-Ofrecer apoyo operativo y financiero a periodistas y empleados que tratan de organizar su entrada en el capital de sus medios.
-Movilizar en torno a iniciativas lideradas por el personal editorial para proteger su independencia: foros, peticiones, apelaciones a las autoridades públicas, campañas de concienciación…
El desafío ya está lanzado. Un bout du monde aspira a medios democráticos, más participativos, un cauce para recuperar credibilidad y confianza en el que caben todos, redactores, lectores y ciudadanos en genera. Interesante. A ver qué resulta.
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