Actores de reparto es un libro de
relatos breves que se lee como quien se sienta en una plaza, en la del Charco o
en la de la Iglesia, tan cercanas y tan nuestras, a escuchar historias: con
curiosidad, sonrisa cómplice y una inevitable punzada de emoción. Carmen Rosa
González Martín, la autora, construye un mosaico de chismes elaborados,
tragicómicos y ligeros, que condensan la riqueza de situaciones, lugares y tradiciones
orales que permanecen en la memoria colectiva. Lo hace con un lenguaje
sencillo, cercano, salpicado de pasajes personales que fortalecen la sensación
de intimidad y verdad.
Las historias que habitan estas páginas —muchas veces vividas,
otras tantas contadas y heredadas— llegan de la mano de protagonistas locuaces,
con nombre propio y señas particulares, o de quienes se erigen como guardianes
de esas vivencias. Cada relato parece buscar -y encontrar- el abrigo merecido: un espacio donde
permanecer y ser recordado. Como anticipa el propio título, no se trata de
grandes héroes, sino de vidas anónimas que nos remiten a un familiar, una
vecina, un amigo cercano; personajes secundarios que, al ser narrados, ocupan
por fin el centro del escenario.
El libro, editado por 'Baile del sol' y presentado en la tarde-noche de ayer, junto a Margarita Rodríguez Espinosa, en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, en el Puerto de la Cruz, se estructura en tres actos —los vividos, los singulares y los apasionados— como si se tratara de una obra teatral con banda sonora y guion propio.
En los vividos,
desfilan figuras entrañables y contradictorias: Agustina, la mujer que limpiaba
la casa de doña Acerina y protagonizó un accidente tan absurdo como revelador;
Carmen Hernández Méndez, la abuela canaria que va adoptando nietas postizas; el
tío Antón, emigrante gallego superado por la paternidad; o Litza, guatemalteca
en Madrid, incapaz de reconciliar su espiritualidad con la indiferencia de la
gran ciudad.
Los singulares reúnen historias marcadas por lo inesperado y lo excéntrico:
Mateo, un niño no deseado que debe enfrentarse a la discapacidad; la Desi,
heredero del oficio del calzado que lo transforma en expresión artística y paga
el precio de su diferencia; Anodino, el pez que Náyades adopta como hijo; o la
saga de las Macrinas, mujeres sanadoras que transmiten su don hasta que una de
ellas decide romper el linaje.
Finalmente, los apasionados
exploran el amor, la memoria y el deseo desde miradas oblicuas: el hombre del
pasillo observado en silencio por su vecina; Marianita Mendoza, mediadora de
cartas de amor; el licenciado argentino Herman Beltrán Lara y su intensa
historia con Natasha; o Catalina, que, afectada por una incipiente demencia, es
capaz de relatar una vida fascinante.
Con relatos muy cortos, anécdotas graciosas y una prosa ágil, Actores de reparto evoca la
cotidianeidad de la vida y reivindica la importancia de esas historias “por
demás oídas” que circulan en quioscos, esquinas y plazas. Carmen Rosa González
Martín les concede refugio y perpetuidad, recordándonos que, a veces, los
verdaderos protagonistas de la memoria son quienes nunca ocuparon la primera
plana.
La obra fue seleccionada en la primera convocatoria del Meeting Literario/Encuentro de Nuevos Autores con Editores 2024 y ha sido editada gracias a la colaboración de la consejería de Cultura, Museos y Deportes del Cabildo Insular de Tenerife y la Escuela Literaria.
Carmen Rosa dijo que lee y escribe para vivir. "Sentipensante, paciente y siempre expectante", se autocalifica. Muy literaria, ¿a qué sí?
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