Es evidente que el péndulo de la
orientación política se mueve desde hace algún tiempo hacia la derecha. Luego
iniciará su tránsito hacia la izquierda, hasta que se vuelva a repetir el
ciclo. Tal cosa está
ocurriendo actualmente en el continente americano pero también
se percibe en otras latitudes. En
Europa, por ejemplo, el giro hacia la derecha está ocurriendo justamente
ahora, cuando ha logrado el gobierno en algunos países
(Hungría, Italia, Polonia, Países Bajos) o está a poco de alcanzarlo (Francia y
Alemania, próximas conquistas).
En América, como decimos, el
fenómeno es de similar magnitud (Argentina, Paraguay,
Bolivia. Chile, Panamá, Honduras, El Salvador,…).
Hay que entender que la tendencia señalada poco tiene
que ver con orientaciones ideológicas, sino más bien con el
repetido desencanto de las poblaciones con la gestión de sus gobiernos, que las
más de las veces terminan sin dar cumplimiento a las promesas electorales
hechas en campaña, lo cual provoca el desencanto de los votantes que aprovechan
la posibilidad de alternancia que ofrecen las democracias para castigar a quien
les falló y dar una oportunidad a quien ofrece un rumbo diferente, pero que, a la hora de la
verdad, tampoco podrá cumplir con las expectativas y así se iniciará un
nuevo ciclo. Las dosis de autoritarismo, la condescendencia de los muchos que
prefieren ser administrados o gobernados con energía hacen lo demás y la
polarización teledirigida hacen lo demás. Es, si se quiere, el conservadurismo
a tope.
Pero también es evidente que las democracias liberales que
hoy tienen su día, tendrán que afrontar sus circunstancias y
-de ser posible- tener éxito a fin de demorar el momento en que el péndulo
cambie su rumbo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario