sábado, 14 de febrero de 2009

RECUERDO DE UN TEMPORAL

Se cumplen cincuenta y un años del temporal de viento y lluvia que azotó el norte de Tenerife. Fue un sábado 15 de febrero de 1958. Barrancos desbordados, vías cortadas, desprendimientos de tierras, árboles derribados, núcleos incomunicados, decenas de viviendas afectadas, servicio eléctrico interrumpido, daños considerables en las escasas infraestructuras de entonces, pérdidas en la agricultura y en la ganadería, oleaje espectacular que causó estragos en distintos puntos del litoral, una víctima mortal en La Guancha...
La furia de la naturaleza se desató sin control aquel día. Algunas personas que recuerdan aquella infausta jornada coinciden en destacar la violencia del viento. La gente se refugió en sus casas, no había nadie en las calles, la noche -más oscura que nunca- se hizo interminable. Fueron vientos huracanados, con velocidades superiores a los ciento treinta kilómetros por hora. Llovió torrencialmente en las medianías.
Durante los días posteriores, cuando amainó el temporal, todos querían comprobar sus efectos devastadores. El jardín botánico fue otro de los lugares sensiblemente dañados. En La Vera, su flamante cine, inaugurado unos pocos días antes, quedó prácticamente arrasado. Apenas sobrevivió parte de la fachada. El vendaval se había cobrado más de cinco mil hectáreas de platanera. Hubo que reconstruir empaquetados, escuelas, casas... Las fotografías de la época reflejan la magnitud del suceso. Las pérdidas se cifraron en cientos de millones de pesetas. Las autoridades hicieron lo que pudieron, a la espera de ayudas que llegarían meses después.
Fue un sábado 15 de febrero Alguien recuerda horripilada aquella fecha de 1958.

1 comentario:

RAFAEL MOLINA dijo...

Aunque pequeñín por aquella época, si lo recuerdo. solo tenia cinco añitos y gracias a ese temporal, mis padres pudieron lograr una casa en la barriada carlos arias.
así que en este caso, no hay mal que por bién no venga.
un saludo.