viernes, 14 de agosto de 2009

TUFO A ESCÁNDALO

Ya se sabe que hay intereses. De todo tipo. Grandes, menores, cotangentes... Y en la práctica totalidad de los casos, económicos. Que se defiendan tales intereses desde la legalidad, es normal. Nada que objetar. Pero cuando se entremezclan con decisiones arbitrarias, con infracciones o incumplimientos urbanísticos, de cualquier índole, ya empiezan a ser espurios. Entonces, hay mucho que objetar.
El periódico Diario de Avisos -al que ustedes pueden acceder desde este blog pinchando en la dirección web en la columna de la derecha- publica hoy una información que prueba cómo todo es posible en esa tierra única que es Canarias.
En pocas palabras: una multinacional instalada en La Laguna, funcionando desde hace años, disponía de una galería que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en una sentencia firme de 2007, debía ser cerrada al haber sido anulada la licencia de obras con que fue construida la edificación. El Cabildo Insular de Tenerife, tres años antes, había informado negativamente la licencia en una resolución vinculante. Pues resulta que ahora, el Gobierno de Canarias, ese portento de ejecutivo, como los informes de todas las administraciones implicadas son favorables y coinciden -¡oh, milagro!, mejor dicho: "O tempore o mores!" (¡Oh tiempos, oh costumbres!" -, ha concedido la misma licencia que denegó en 2004.
La llaman licencia comercial específica, otra figura de nuestra producción lelgislativa, ahora de aplicación.
Y entonces se rompen todos los esquemas. Todos menos uno: el de los intereses. Pero si la construcción era ilegal y si, consecuentemente, no había licencia; si un informe preceptivo y vinculante del todopoderoso Cabildo Insular era negativo y si el mismísimo TSJC obligó con firmeza (?) a cerrar la galería ilegal, procede interrogarse ahora cómo se explica todo esto, a quién creer, de qué sirve la justicia, cómo es posible que informes negativos vinculantes hayan rolado hacia lo contrario y cómo ahora se alcanza una sorprendente ¿sorprendente? convergencia de posiciones entre las administraciones involucradas.
En Canarias, lo dejamos escrito hace muchos años, nada, absolutamente nada reñido con la lógica puede dejar de materializarse. Por lo tanto, esto de la galería de la multinacional no tiene que asombrar a nadie. Ni asustar.
No sabemos si a ustedes pero el asunto despide un tufo a escándalo que tira p'atrás. Pero no se preocupen: no pasará nada. Ni caerá nadie. Eso sí: con el precedente sentado, preparémonos para cualquie cosa en el futuro.
Por muchos informes negativos que haya y por mucha firmeza en una resolución judicial que haya.

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