Menos mal que la rectificación, en forma de retirada, se produjo sobre la marcha. Porque el anuncio se las traía. Es de esos que impactan. Negativamente, claro.
El presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, lanzó a ese universo de población desconcertado y apabullado por la crisis, las ideas de unas modalidades de contratación laboral que exasperaron: quería el patrono de patronos un despido más ágil y más barato (¡vaya obsesión ésta de muchos empresarios!; debe ser que ven en él una fuente de ahorro considerable) y un contrato especial para jóvenes menores de 30 años, consistente en una duración entre seis meses y un año, sin protección por desempleo y sin cotizaciones a la Seguridad Social. Vamos a escribir esto último otra vez, porque aunque resulte un insulto, debe quedar bien claro: un contrato temporal sin protección por desempleo y sin cotizaciones a la Seguridad Social.
O sea, si quieres precariedad, ¡toma ese contrato! Vaya visión, patrono de patronos. Si es así como se quiere generar empleo, infundir confianza, reactivar el mercado laboral y contribuir a la superación de la crisis, mejor callar. Mejor no hacer este ridículo insultante a quienes esperan por su primer empleo, a quienes desesperan después de licenciarse en la universidad, a quienes ya no saben qué hacer para orientar y hacerse con un medio de vida estable.
La reacción no se hizo esperar y el anuncio de la patronal, firmado de puño y letra por su propio presidente, parece que ha quedado congelado. O ha sido retirado, ya veremos. Eso sí que es una discriminación y eso sí que es no tener la debida solidez para afrontar la parte de solución que corresponde en un problema de envergadura como es el que se vive en miles de hogares españoles.
Sin protección por desempleo y sin cotizar a la Seguridad Social. ¡Qué fuerte! En pleno siglo XXI. Salvo que quieran los empresarios que les llamen explotadores.
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