jueves, 6 de agosto de 2015

MODOS DE INNOVAR

“Innovar no es crear falsas expectativas al cliente para luego no cumplirlas, escribe Yeray González en un interesantísimo suplemento dedicado a la innovación turística y que publica el sitio digital hosteltur.com. No descubre nada, desde luego, pero apunta bien en la dirección de lo que no debe hacerse y de las repercusiones negativas derivadas de la confusión. Algunas ofertas, colectivas o individualizadas, vienen flaqueando precisamente por ni siquiera saber presentarlas. “De nada sirve meterle horas de 'photoshop' a las imágenes de tu establecimiento -escribe González- si luego el cliente llega y ve que el mar está a kilómetros, o que la habitación no es tan bonita como la de la foto cuando reservó”.

         Es el ejemplo adecuado. No hay que rebuscar más para despejar incógnitas o dudas sobre la teoría y la praxis de la innovación turística, principalmente la que debe ser aplicada en la relación directa con el visitante. No solo es engañarle sino que tales métodos -quién sabe si para ahorrarse unos euros- solo sirven para obrar de forma equivocada entre quienes los practican.

         Innovar es algo más. Es superar obsolescencia, es brindar atractivos en el conjunto de una oferta, es tener algo más que un perfil en las redes sociales, es mejorar estándares y niveles de prestaciones, es propiciar una política de precios dinámica, es hacer, en definitiva, todo lo que sea posible para que se reconozca la competitividad del producto y para lograr la fidelización del cliente.

         El asunto no se arregla con un par de conexiones a internet o con una “ventajosa” oferta de habitación más spa, por citar algo recurrente. Hay que echar más imaginación y, sobre todo, invertir con fundamento y visión de futuro, única manera de hacer tangible esa innovación de la que venimos hablando desde hace años pero que, por las razones que sea, no termina de cuajar o materializarse. El sector tiene que emprender y arriesgar. Y procurar, de paso, que la Administración también cargue baterías e impulse aquellas actuaciones que, supuestamente, tienen como finalidad superar deficiencias y  crear las condiciones necesarias para que los entornos, los factores inrtrínsecos (como seguridad y transportes) y los soportes de la oferta (entre ellos, los promocionales) constituyan una plataforma permanentemente atractiva.

         Se supone que de esto andarán hablando. Si no, innovar será, sencillamente, un verbo sin conjugar.


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