Cuando su
presencia se hizo habitual y continuada en la selección española, aquí, en
Tenerife, le decíamos “el Reloj”, tal era su regularidad, tal era su
colocación, tales eran su precisión y seguridad en el cruce, en el corte o el
despeje. Al cabo de los años, gracias al libro de José Hernández Viera, hemos
sabido que le llamaban “el Omega”. Por esas mismas cualidades que granjearon la
admiración de miles de seguidores, de la Unión Deportiva Las Palmas y de
España.
Da igual que
esa sea otra causa de diferenciación entre los canarios de ambas provincias. A
fin de cuentas, apenas se trata de una marca. Lo importante es haberse ganado
el respeto y la confianza de quienes compartieron afanes profesionales y de
quienes siguieron su trayectoria. Antonio Afonso Moreno, Tonono (1943-1975),
registró trescientas trece actuaciones en Primera división, vestido de
amarillo, y sesenta y seis en Segunda. Jugó veintidós partidos de Copa, dos de
la extinta Copa de Ferias y cuatro de la antigua Copa de la UEFA. Disputó veintidós
partidos oficiales con la selección absoluta: debutó contra Checoslovaquia
(1-0), en Praga; y se despidió frente a Yugoslavia (2-2) en Las Palmas de Gran
Canaria. Su carrera es modélica.
Ahora que la
Unión Deportiva Las Palmas se predispone para afrontar su retorno a la Primera
división, al cabo de trece años, el recuerdo del singular jugador se vivifica
con el libro Tonono Un libero de leyenda,
del que es autor José Hernández Viera (Las Palmas de Gran Canarias, 1953),
publicado a los cuarenta años de su fallecimiento. La obra, espléndidamente
editada, es algo más que un homenaje al futbolista. El autor ha saldado una
cuenta pendiente del fútbol canario con su historia: Tonono formó parte de la
mejor escuadra amarilla, aquella que memorizamos en los tiempos escolares, la
que fue subcampeona de Liga en el ejercicio 1968-69, la misma que vimos jugar
en el desaparecido Estadio Insular en algunos saltos desde la otra isla para
ver fútbol de Primera división.
Son ciento
ochenta y nueve páginas, con fotos inéditas, con gráficas y estadísticas, con
testimonios de dirigentes, de técnicos, de compañeros y de periodistas que
transmiten una proporcionada dimensión de la personalidad del jugador. Uno de
los episodios que se relata, reflejo del talante y de la deportividad que
siempre caracterizaron al futbolista, es el de su única expulsión: en la Creu
Alta, frente al Sabadell. El árbitro Pelayo Serrano, tras una entrada de
Tonono, se precipitó y expulsó al internacional grancanario. Hasta Pasieguito,
entrenador del equipo catalán, declaró al final que no se explicaba la
expulsión. La redacción del acta y la reclamación del club amarillo debieron
influir lo suyo también pues el Comité de Competición no le sancionó. Al
domingo siguiente, Tonono volvió a lucir su brazalete de capitán frente al F.C.
Barcelona.
Aquel ‘5’se
convirtió en un mito. Por eso, José Hernández Viera le adjudica la leyenda en
el título de su libro, impregnado de la emotividad que supone rememorar la
figura de aquel jugador siempre tan elegante, siempre tan atento al quite,
siempre tan buen defensor que aparecía justo cuando el peligro hacía temer lo
peor para los suyos.
Las Palmas
vuelve a Primera. Evocaremos a Tonono, como a Guedes, como a tantos otros que
dieron lustre a la Unión Deportiva. La obra de Hernández Viera es una excelente
y oportuna referencia para contrastar los valores de un deportista excepcional
que marcó siempre las horas pero también el poderío y la calidad de una época
del fútbol canario.
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