Para
quienes no estén muy familiarizados con el término, digamos que el
concepto de turismo MICE responde a un acrónimo, en inglés, que
engloba reuniones, incentivos, congresos y exposiciones, es decir, se
trata de aquel viaje que agrupa a varias personas (por lo general,
más de nueve) que se reúnen en un mismo lugar para asistir a un
evento de índole, social o empresarial.
Esta
modalidad turística (hasta hace unos años conocida en el argot
simplemente como turismo de congresos) es directamente beneficiosa
para los empresarios cuyos servicios han sido contratados para acoger
la convocatoria correspondiente. Pero con ella también salen ganando
otros sectores productivos como los transportes (taxis,
principalmente), restauradores, tiendas y comercios, espectáculos y
derivados. El destino escogido sale ganando, desde luego, pues se
proyecta y se da a conocer entre quienes no lo conocían. Si la
impresión es buena, estamos en la antesala de viajes posteriores, si
se quiere, más lúdicos o vacacionales. Algunos expertos coinciden
en señalar que el turismo MICE desempeña un papel importante en la
desestacionalización de la demanda, un hecho primordial para el
desarrollo de una industria turística rentable y sostenible, con
teóricos efectos positivos para la creación de empleo estable o de
larga duración.
Datos
ofrecidos por la entidad pública responsable de la promoción de la
marca turística de Canarias, Promotour Turismo de Canarias, señalan
que durante 2015 más de veintinueve mil personas se desplazaron a
las islas para participar en congresos, seminarios o reuniones de
incentivos, o sea, en los conceptos que identifican el segmento MICE.
En solo dos años, el incremento fue del 43%. La actividad,
globalmente considerada, generó, según la misma fuente, unos
treinta y un millones de euros.
De
las estadísticas se desprende que los participantes
en congresos suponen
solo un 0,2% del total de turistas que recibe el archipiélago, pero
su gasto es ligeramente superior al del visitante tradicional. El
pasado año realizaron un desembolso
medio diario de
175,47 euros, mientras que el del turista vacacional registró una
media de 133,60 euros al día.
No
obstante, la estancia
media del
viajero corporativo fue de 7,5 días, dos menos que la de aquéllos
que eligen las islas para sus vacaciones. De ellos, un 65,6% conocían
previamente el destino y un 13,5% ya ha viajado al archipiélago
canario en más de diez ocasiones.
Está
claro entonces que la oferta constituye un factor esencial para la
captación de este segmento del que vuelve a hablarse como una sólida
aportación para fortalecer la productividad y la rentabilidad
económica. Recordemos que Canarias cuenta con casi ochenta mil
plazas en hoteles de cuatro y cinco estrellas en las cuatro islas
integradas en la red 'Spain Convention Bureau' (Tenerife, Gran
Canaria, Fuerteventura y Lanzarote).
Habrá
que estar atentos, sobre todo por la evolución de la modalidad sobre
la que planean distintas tendencias a corto y medio plazo.
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