lunes, 3 de diciembre de 2018

APARTAMENTOS TURÍSTICOS: INCERTIDUMBRE

Una tendencia que se va abriendo paso en el sector es la de los pisos turísticos, bien es verdad que las grandes hoteleras españolas vienen mostrándose renuentes, pues coinciden en señalar que constituyen una competencia desleal para la propia actividad hotelera, principalmente en aspectos básicos como pueden ser la fiscalidad o las normativas laborales y de seguridad. El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Juan Molas, añade una normativa reguladora cambiante y con algunos vacíos como motivo que les hace recelar, hasta el punto de afirmar que “algunos empresarios que se meten en este negocio sin disponer de información, no calculan el impacto negativo en sus empresas”.
Pero, a escala internacional, los poderosos grupos empresariales van tomando posiciones. Y si lo hacen, es con la intención de quedarse. Ya han puesto en marcha divisiones que incorporan a sus estructuras organizativas para potenciar el negocio de los pisos o apartamentos turísticos. Abrió el camino la compañía francesa 'Accor', a la que siguió la norteamericana 'Marriott', considerada la mayor del mundo. Cinco mil novecientos cincuenta y dos hoteles y 1,16 millones de habitaciones son sus poderes, ampliables, naturalmente, pues para eso integra sus bases en Roma, París y Lisboa. La marca 'IHG', matriz de 'Intercontinental', también funciona desde hace algún tiempo con esta modalidad: disponer de apartamentos de media y larga estancia para cubrir la necesidad de viajeros de negocios.
Pero el empresariado español se muestra reticente pues adivinan una competencia que no es beneficiosa, además de dañar el urbanismo de las ciudades. Muy crítico, por ejemplo, se muestra el vicepresidente ejecutivo de 'Meliá', Gabriel Escarrer, quien, dando por sentado que esta modalidad necesita una cuota de mercado, valora que no se ha controlado. Su argumento, manifestado en Cinco Días: “El crecimiento del 40 % en cuatro años no es sostenible cuando la oferta reglada solo ha crecido un 2 % en el mismo período”.
Dos excepciones a este momentáneo rechazo en nuestro país: 'Room Mate', cadena dirigida por Kike Sarasola, y el Grupo Piñero, considerada, con ciento treinta mil habitaciones, la octava compañía española. Los ingresos derivados de 'apartamentos exclusivos', por un lado; y las preferencias de clientes en Centroamérica (México y República Dominicana), por otro, con viviendas en régimen de alquiler vacacional y opciones a realquilar por el propio grupo hotelero, hacen que los rendimientos de la experiencia inspiren ganas de profundizar en el yacimiento de mercado.
Claro que todo parece ser cuestión de armonizar la legislación, hecho que no será fácil, desde luego. Los casos de Palma de Mallorca, que se ha decantado por impedir el alquiler para turistas (en casas unifamiliares sí está permitido), con ánimo de proteger al residente; de Bilbao, que haciendo uso de sus competencias urbanísticas, limita el alquiler a bajos y primeras plantas (decisión recurrida por la Comisión Nacional para los Mercados y la Competencia); y de Madrid, que solo permitirá pisos turísticos con acceso independiente a la calle en los distritos más céntricos, estos casos, decíamos, son el reflejo de peculiaridades que complican la viabilidad de esta modalidad que, de consolidarse, puede alterar sensiblemente el negocio turístico.

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