martes, 18 de agosto de 2020

CULTIVAR Y MEJORAR LA TRANSPARENCIA

 

Que un ayuntamiento se esfuerce para mejorar los índices de transparencia de la gestión municipal es positivo. El funcionamiento de la democracia y la administración de los recursos públicos obligan a una actuación de los responsables que refleje un comportamiento de las instituciones en consonancia con las exigencias de la sociedad misma. La transparencia es una de ellas, de ahí que la creación de departamentos y estructuras que la regulen, cuiden y cultiven sea un hecho ponderable y cuyas resoluciones deban ser tenidas en cuenta, máxime cuando, por las razones que sea, en algunos casos los parámetros indicadores reflejen negligencia, incapacidad o insensibilidad para cumplir con las exigencias. La transparencia es una asignatura de la administración local: no solo deben velar los técnicos y funcionarios por su seguimiento y por la aplicación de las exigencias correspondientes sino que alcaldes, gobernantes y hasta los grupos de oposición habrían de cuidar de su cumplimiento. Que se lo tomen los políticos como un hecho que contribuiría a disminuir la desafección y a recuperar la mermada confianza que los administrados y los ciudadanos en general tienen en la política en general.


El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha dado un paso en el sentido que hablamos. Quiere el gobierno local que se note una administración más accesible para la ciudadanía, independientemente de rendir cuentas de su gestión, haciéndolo de forma clara, sencilla y actualizada. Las normas que regulan la transparencia, por fortuna, han ido fraguando métodos que hacen posible esa aspiración. Solo es cuestión de proponérselo. Mejor dicho: de acreditar voluntad política que haga que la asignatura es consustancial a la administración y es llevadera.


De ahí la importancia que reviste una reciente reunión del Comisionado de Transparencia del Parlamento de Canarias, Daniel Cerdán, con el alcalde portuense, Marco González Mesa, y la concejala-delegada, María Jesús Hernández, durante la que se planteó la optimización de los soportes necesarios para atender los requerimientos de del citado departamento. “Consideramos que es un deber inexcusable que el Ayuntamiento se encuentre al día en su rendición de cuentas no solo ante otras administraciones sino también con la ciudadanía”, ha dicho el alcalde resumiendo el significado de lo que es una posición política al respecto.


Disponer de toda la información generada en las distintas áreas del Ayuntamiento es la primera de las condiciones que se exige. La mejora de la página web y de la sede electrónica, incluyendo ya el servicio de cita previa al que se accede con facilidad desde www.puertodelacruz.es, están siendo, según los responsables municipales, mejoras notables en la eficacia y eficiencia de la atención al público en las instalaciones municipales. “Son hitos que venimos implementando desde el área preocupados como estamos para dar el mejor servicio a la ciudadanía”, explicó la concejala.


Desde el Ayuntamiento se reconoce que faltan muchos pasos para obtener una calificación sobresaliente “que es a la que aspiramos porque Puerto de la Cruz, ya dentro de la red de destinos turísticos inteligentes, tiene que ambicionar en el medio plazo la excelencia en este ámbito”.


Los índices de Transparencia del Ayuntamiento portuense se situaron en 2016 en 2,34 puntos. Al año siguiente, consiguieron un 3,21 mientras que en 2018 llegó al 2,67 en una escala del 0 al 10. En este período, el municipio fue calificado como institución incumplidora en cuanto a sus organismos autónomos se refiere, como con el Organismo Autónomo Local, la sociedad pública Pamarsa y el Patronato del Museo Arqueológico.


La propuesta está hecha. Cuestión de trabajarla y acreditar que si se quiere, se puede. El Ayuntamiento y los portuenses saldrán ganando.


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