El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista Canario, Santiago Pérez, un veterano político, profesor universitario, ha visto dañado su domicilio por la acción de algún o algunos vándalos que han tratado de intimidar. Han arrojado pintura roja sobre la fachada, un hecho que recuerda cierto episodio histórico de ingrata y delicada mención.
Algunos cargos públicos en Canarias hemos tenido que padecer ciertos comportamientos tan reprobables como inconsecuentes. Hay personas que se conducen así, impulsados o movidos por planteamientos radicales aprendidos en cualquier foro donde enseñan todo menos tolerancia, donde se alejan del civismo elemental progresivamente. Hay bronquistas profesionales, hay personas con tintes violentos, los hay dispuestos a soltar exabruptos. Luego se amparan en el anonimato cobarde, en las sombras nocturnas y hasta en alguna reunión o concentración de masas para llevar a cabo sus "hazañas".
Por lo general, las víctimas son menos dadas a publicitar estas cosas desagradables o a responder con la indiferencia, sin perjuicio de poner los hechos en conocimiento de las autoridades policiales, al menos para que tengan los antecedentes adecuados y averigüen lo que proceda por si acaso se repite la acción.
Santiago Pérez no gusta a muchos adversarios políticos. Es natural. Desde hace unos años se viene mostrando públicamente como uno de los críticos más descarnados hacia el régimen de Coalición Canaria y los vaivenes del Partido Popular en las islas. Los años en la oposición han convertido a Pérez en un político duro, en un hombre cuya rigurosa dialéctica hace tambalear los cimientos políticos de sus antagonistas y más que eso, los métodos con los que de vez en cuando se adornan.
Se podrá discrepar de él, se podrá discutir su visceralidad, se podrá criticar incluso una cierta radicalidad pero eso no obsta para dejar de reconocer que se toma su cometido muy en serio y que defiende sus posiciones no sólo con ardor sino, como le gusta, con argumentación sólida fruto del estudio y de su propia experiencia, que no es corta ni vacía, desde luego.
Por eso, el "aviso" recibido en su propia casa no le va a arrugar. Tampoco es que le envalentone. Le va a estimular para seguir haciendo política, con su estilo, con las ganas que le caracterizan.
Animo y suerte, 'profe'.
2 comentarios:
Es increible, que a estas alturas de la historia, en las islas Canarias, ocurran estas cosas.
Como en el parlamento, no se le puede rebatir... hagámosle tener miedo...
Es verdad lo del déficit democrático de estas islas, esto es un síntoma clarísimo de ese déficit.
Mi apoyo completo al parlamentario socialista, animándole a que siga en su trayectoria y en la defensa de los intereses de las personas de Canarias.
Que tenga la fortaleza de seguir defendiendo la reforma electoral, para que de una ve por todas, se pueda cambiar de un régimen político a una verdadera democracia real en las islas
Ánimo y suerte a Santiago Pérez
Pues estas son las cosas que pasan cuando por ejemplo un periódico Día sí y Día también invita a todo el que no simpatice con sus postulados, si es que a esa diarrea neofascista se le puede llamar así, a que se vaya por las buenas o por las malas. Parece que ya estamos empezando con las malas.
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