jueves, 3 de septiembre de 2015

SOMBRAS EN EL MERCADO LABORAL



El dato es preocupante y ojalá no vuelva a repetirse: el lunes 31 de agosto, la Seguridad Social perdió 333.107 afiliados de golpe, esto es, a razón de 231 despidos por minuto. Desconocemos si hay precedentes, incluso en los momentos más inquietantes de la depresión, pero es una sombra que oscurece aún más el mercado de trabajo, cerrado en agosto -coincidiendo con el final del estío- con casi veintidós mil parados más -el triple que el año pasado- y la destrucción de ciento treinta y cuatro mil doscientos ochenta y nueve empleos.
La bajada experimentada en el sector servicios es lo más incierto porque se demuestra que la inestabilidad en el sistema productivo deriva, entre otros factores, de la estacionalidad. Si a lo dicho se añade que la precariedad sigue predominando y que el número de hogares con todos sus miembros en paro sigue en niveles altos, la situación no mejora, aunque los bancos siguen con ganancias obscenas y las cantidades esas de la macreoeconomía suben y suben, lástima que no para el bien de todos.
Es sencillo: se necesita que el mercado laboral esté abierto a la diversidad. El cambio de modelo productivo parece aún bastante lejos de materializarse.
¡Cielos! ¿Qué hemos escrito? ¡Pero si vuelve la construcción!

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