martes, 22 de septiembre de 2015

UNA CUESTIÓN DE CORDURA




La España de charanga y pandereta es la que cantó Machado y la que vivimos en el siglo XXI cuando se producen episodios que parecerán anecdóticos pero revelan en el fondo la osadía y la ignorancia, el desbarajuste, el descontrol y el absurdo que se registran en la vida pública.
         Todos esos términos, en efecto, son de aplicación para entender que la concejala del municipio de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), perteneciente a Ciudadanos (C’s), Carmen López, quien por razones familiares se ha marchado a vivir a Chicago (USA), haya mostrado su deseo de continuar perteneciendo a la corporación local… siempre y cuando, claro, ésta abone el importe de los billetes de avión cuando tuviera que trasladarse para asistir a los plenos. La dirección de su formación política reaccionó abriendo un expediente disciplinario “por comportamiento contrario a los principios y valores del partido”. Y dice más: “López debe dejar paso al siguiente en la lista municipal porque el trabajo de un concejal es estar a pie de calle e interesarse por los problemas de los vecinos, cosa que difícilmente podrá hacer si ha decidido irse a vivir a Chicago”.
         Parece de sentido común y no hay que estrujarse los sesos para buscar argumentaciones que expliquen el alcance de tan insólita prestación. No es desparpajo, es un atrevimiento insólito el de la señora López que hace dudar, a tenor de las manifestaciones hechas, del desconocimiento que, en un principio, cabía intuir. Con una palabra se despacha el asunto: desfachatez.
         También la tiene, aunque es de sobra conocida, la presidenta del Partido Popular (PP) de Madrid y concejala de su ayuntamiento, Esperanza Aguirre. ¿Qué hubiera dicho, con qué ocurrencia de las suyas hubiera obsequiado al personal si un político socialista, pongamos por caso, hubiera aparecido, con mención elogiosa junto a ministros del mismo signo, en un libro de sexto curso de Educación Primaria de Ciencias Sociales (Ediciones MacMillan) que se utiliza en colegios del programa de bilingüismo, como aparece ella? “Obtuvo un récord de votos”, “Trajo la modernidad a la región”, se lee en las páginas del manual cuyos contenidos alusivos a la guerra incivil son discutibles.
         La señora Aguirre fue de las que se lució cuando su partido se esmeró en suprimir “Educación para la ciudadanía”. Ahora, a pesar de que la Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Giner de los Ríos ha pedido a la inspección educativa que retire el libro, Esperanza Aguirre dice que “en el libro no se dice más que la verdad”. Como es norma de la casa, un alarde ecuanimidad y objetividad. Si nadie revisó los contenidos del capítulo correspondiente antes de ser editado, parece claro que ha primado un cierto descontrol al que siguen el sesgo y la parcialidad tendenciosa para un descarado aprovechamiento político, no exento de un espíritu de adoctrinamiento que ya quisieran, ya, en los mejores centros de ciertos regímenes.
         Al final, lo de siempre. Una cuestión de cordura, de sentido común.

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