La
Virgen del Carmen y el Puerto de la Cruz es
el título de la exposición que organiza el Instituto de Estudios
Hispánicos de Canariaas (IEHC), muy válida para conocer mejor los
orígenes de la devoción en la ciudad y las características de la
singular celebración de su festividad. La idea original y el
comisariado son de 'Lhorsa arte&eventos', con textos de José
María García Mesa y Gabinete de Historia del Arte 'Lhorsa'. El
montaje, a cargo de Iris Barbuzano y Abel de Ara Sacramento. Otro
elemento fijo: unas imágenes en blanco y negro, con sonido, del
antiguo NO-DO, ofrecidas en bucle y que se contemplan con indudable
sabor nostálgico.
Se
trata de un sencillo discurso expositivo, con paneles explicativos y
material documental y fotográfico muy valioso que prueban los
vínculos entre la virgen marinera y la localidad portuense desde el
siglo XVII. Tres grandes hitos jalonan la devoción marinera durante
el siglo XX: la creación de la cofradía en 1919; la procesión
marítimo-terrestre llevada a cabo dos años más tarde y la
donación, en 1954, de la actual imagen cuyo autor es el portuense
Ángel Acosta Martín, 'Jalo'. Los promotores de la exposición
quieren aportar rigor histórico a estos hechos, sobre todo teniendo
en cuenta que el martes 13 de julio de 2021 se conmemora el
centenario del primer embarque.
Contenidos
llamativos, desde luego, en el trabajo de 'Lhorsa': el Cuadro de
ánimas, atribuido a Gaspar de Quevedo (1616-1670); el documento de
erección de la cofradía de Nuestra Señora del Carmen, conservado
en el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna. Y
un análisis de la imagen antigua para corregir la autoría: no es de
Fernando Estévez sino de Nciolás Perdigón. Se explica el tema de
los niños y la pérdida de la imagen de la Virgen del Buen Viaje,
así como el pleito entre dos cofradías fundadas en 1657, una en la
Peña y la otra en el convento franciscano.
Hay
que detenerse, naturalmente, ante la reproducción de la portada de
La
Gaceta de Tenerife, de
2 de julio de 1921, periódico que anuncia la primera embarcación.
Pero también en la foto que encabeza la edición del programa de las
Fiestas de Julio de 1945, de Adalberto Benítez, aunque al pie
especificaron Foto Baeza. Del propio Benítez también una gráfica
de los últimos embarques de la imagen en las andas de baldaquino.
Luego,
ya entronizada en el altar mayor de la Peña de Francia, con otro
documento: el coro de Nuestra Señora de Guadalupe, dirigido por
Clementina Álvarez en el día de la bendición, 19 de mayo de 1954.
Hay fotos, en su mayoría de la colección de Antonio Padrón
-gracias, desde luego, por haberlas conservado-, de las procesiones
de varios años. También de la hornacina de la Virgen en los
alrededores del muelle, cedida por la cofradía de pescadores.
También
se expone el décimo de la Lotería Nacional dedicado a la festividad
de la Virgen del Carmen: el número 46464 del sorteo que se efectuó
el 15 de julio de 1966.
La
exposición, desde luego, enriquece los conocimientos de la
festividad. Predomina un laudatorio rigor histórico. Un logro, claro
que sí, anticipo de otras iniciativas que han de brillar con motivo
del centenario de la primera embarcación. Que está ahí mismo: en
2021.
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