De
crisis en crisis. Cierre de medios, de cabeceras o de programas. Las
opciones se van reduciendo. La oferta informativa va mermando, en
todas las escalas. La democracia se va resintiendo. Menos
información igual a menor pluralismo, capacidad crítica o de
discernimiento estancada o en proceso de involución. Panorama
inquietante.
Turno
para “La 2 Noticias”, de RadioTelevisión Española (RTVE), cuyos
rectores han anunciado la supresión del espacio durante el verano.
Que la televisión pública clausure un espacio informativo solo
revela el rumbo incierto y la precariedad que afectan a la
corporación, tanto desde
el punto de vista de gestión como el laboral o profesional.
Precisamente,
cuando se creía que en la lucha contra la desinformación y el sesgo
en los tratamientos, los canales públicos audiovisuales podrían ser
una baza determinante y fiable, mediante la disposición de espacios
informativos caracterizados por el rigor, el equilibrio y el pluralismo,
la supresión del informativo “La 2 Noticias” es otro golpe
negativo que tiñe de oscuro las opciones y la libre capacidad de los
televidentes a escogerlas.
En
cualquier caso, el problema es estructural. RTVE atraviesa una de las
etapas más preocupantes, en su presente y en su futuro. La interinidad
se va acentuando, favorecida por las circunstancias políticas que
impiden despejar el panorama. Cuando parecía que se había avanzado
en la definición del modelo, la carencia de recursos frena la
viabilidad de alternativas.
No
es de extrañar pues que un cúmulo de factores adversos incida hasta
en las cuotas de pantalla que registran los informativos de la cadena
pública que, en determinadas épocas, gozaron
de notable credibilidad. Se necesitan más recursos, parece. Y si los
dirigentes de la corporación no pueden obtenerlos y gestionarlos por
esos problemas internos a los que hacemos referencia, mueve a la
desazón, que se va robusteciendo y prolongando. ¿Quién sale
ganando en este vacío, en este sálvese quien pueda?
Recordemos
que aún está pendiente de resolución el concurso público para la
renovación del consejo de administración de RTVE. Su convocatoria
cumple un año en estos días. Los grupos políticos, a la espera de
la investidura y de la formación de gobierno, tendrán que
reflexionar sobre lo que está sucediendo y la incidencia en
decisiones tales como la supresión de espacios informativos. La
pérdida de competitividad salta a la vista. Y las consecuencias se
agravan para la democracia, para los consumidores de información y
para los profesionales.
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