miércoles, 6 de marzo de 2024

EL INGENIERO UNIVERSAL

 

Todo lo que tenga que ver con Agustín de Betancourt interesa. Al menos, a los portuenses. Se cumplen doscientos años del fallecimiento del ingeniero universal  (1758-1824), nacido en esta localidad. Por tan razón, la Biblioteca Nacional de España organiza la exposición que quedará inaugurada esta noche y abrirá sus puerta al público mañana jueves en la sede de la propia Biblioteca. Participan en la iniciativa el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos; el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) a través del Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo (CEHOPU); el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, la Fundación ‘Juanelo Turriano’ y la Universidad Politécnica de Madrid (Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos).

 

Se trata de uno de los próceres portuenses, una figura sobresaliente que marcó una época en la ingeniería en España y en Europa no solo como ingeniero, sino también como inventor, además de fundador de las escuelas de ingenieros de Madrid y San Petersburgo.


“Estamos muy orgullosos de seguir participando del impulso a la difusión y conocimiento de la vida y obra de Agustín de Betancourt desde el Ayuntamiento y esta era una oportunidad única para mantener vivo su legado”, afirmó el alcalde del Puerto de la Cruz, Marco González.


La muestra será inaugurada por las distintas autoridades que colaboran en el desarrollo de este proyecto expositivo que recogerá un amplio catálogo de informes, estudios y tratados de gran relevancia que han sido comisariados por parte de la Fundación ‘Juanelo Turriano’, así como una visita 3D a la obra del ingeniero portuense que también destacó como viajero cosmopolita por distintas ciudades europeas, donde es muy recordado.

Así mismo, se plantea tras el período de exposición, la conversión de esta muestra en itinerante para su posterior conservación, mantenimiento y exhibición en rotación de sedes para seguir difundiendo la obra de Betancourt.

Nacido en la ciudad portuense, la trayectoria de Betancourt discurrió por una geografía singular. Desde La Laguna se trasladó a Madrid y viajó en varias ocasiones a París e Inglaterra, donde pasó largas temporadas. Incluso planeó un viaje finalmente fallido a Cuba. Sus últimos años de vida transcurrieron en Rusia. La exposición muestra cómo en todos estos lugares Betancourt desarrolló una extraordinaria labor en el ámbito de la ingeniería civil, obteniendo el reconocimiento de destacadas autoridades políticas y científicas de la Europa de las Luces.


El público podrá ver su trabajo para reyes y ministros; sus relaciones con técnicos y emprendedores de distintos países; cómo estudió nuevas máquinas e inventó otras muchas; su fundación de las primeras escuelas y museos de ingeniería en España o Rusia; así como su incansable implicación en la formación de nuevos cuadros técnicos. Su decisivo papel en la creación de un nuevo cuerpo profesional de gran proyección posterior, el de los ingenieros de caminos y canales, es un aspecto determinante de esta muestra.

Según recuerda el gabinete de comunicación del Ayuntamiento, viajes, libros, inventos, proyectos y realizaciones desgranan las decisivas aportaciones de Betancourt a la ingeniería civil y su situación en la Europa de la Ilustración. La excepcional trayectoria de Agustín de Betancourt permitirá mostrar los nuevos caminos que se abrieron entonces para las comunicaciones y las infraestructuras de abastecimiento, los mecanismos que permitieron que estas innovaciones se transmitiesen a lo largo y ancho del continente y los horizontes que persiguieron. Aun las tensiones de la Europa en la que vivió Betancourt, incidiremos en el carácter cosmopolita de este personaje y su contribución a la formación de un amplio espacio geográfico por el que se transmitiese y se desarrollase el saber técnico y de la ingeniería.

1 comentario:

Antonio Tejera dijo...

Sería muy importante reflejar algunas de sus grandes obras. !Anímate, Salvador y publica una segunda parte, señalando sus grandes obras. Saludos cordiales. Un abrazo. Antonio-Pedro Tejera