domingo, 24 de marzo de 2024

La Herencia, una sugerente opera prima

 

La Herencia, presentada casi en solitario por su autora, Jessica León, en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), en el Puerto de la Cruz, es un novela autobiográfica. “La herencia es algo que nos viene dado y el legado es lo que hacemos con lo que nos dieron. Para transformarlo, solo necesitamos una cosa: el amor”, escribe León en la portada que plasma un árbol de corazones coloreados.

 

Valeria es la protagonista, una mujer que acredita su predisposición y su entrega en las vicisitudes que colecciona en la vida. Valeria, en realidad Jéssica, se atreve a contar su propio yo y compartirlo. Con crudeza y sensibilidad, rehuyendo del victimismo y de la conmiseración propia “que producen distintas afrentas vitales, desde la confrontación y la resiliencia”.

 

La autora leyó con sutileza distintos pasajes de su opera prima,  después de revelar su pertenencia a una familia de alcohólicos en la que ella sobrevive con entereza, sin arrugarse ante las incomprensiones y las adversidades. Jessica León fue desgranando con sutileza las vivencias que amontonó, las dio forma y publicó al cabo de dos años. Todo empezó con una carta, una carta remitida por el juzgado  número 3 de Arganda del Rey (Madrid). “Quiero saber algo…”, dijo Valeria mientras rompía en jn llanto desconsoilado.

 

De las palabras de Jéssica León, o sea, de Valeria, se deducía que su vida no ha sido fácil. Efectivamente, confesó que no ha parado de luchar desde que nació y está agotada. Pero no sabe enfadarse ni tiene donde asirse. La protagonista encuentra en la danza y en el dibujo las válvulas de escape. En su texto de contraportada, admite que necesita ser escuchada, acaso la justificación de la publicación de su historia, una novela de algo más de cien páginas, “deshilachada”, pero reveladora de una existencia peculiar que invita a encontrar más de lo que ella se atreve a contar.

 

“No busco brillar sino iluminar. Iluminar a los que buscan, como yo he buscado tantas y tantas noches, una estrella a la que acudir, en la que acurrucarme a dormir en medio de una noche de insomnio. En medio del ruido infernal del silencio nocturno… Hay muchas formas de defenderse y escribir es mi arma”, lo hace co n buen estilo y con mucha soltura, desde luego.

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