El
gobierno local del Puerto de la Cruz tiene intenciones de acometer
definitivamente la restauración de la antigua Casa Tolosa, también
conocida como Casona de San Antonio, al estar localizada en el barrio
del mismo nombre, justo detrás de un viario que modificó
sustantivamente la fisonomía urbanística de ese sector del término
municipal y que lleva el nombre de Rambla del Profesor Antonio
González González. El inmueble presenta un lamentable estado de
deterioro desde hace unos años y ha tenido que ser apuntalado para
evitar daños mayores e incluso, su derrumbamiento.
La
idea es dedicarlo, una vez acabadas las obras correspondientes, a
museo contemporáneo y de innovación digital, además de acoger la
obra del artista multimedia y performer portuense Pedro Garcia
Hernández, popularmente identificado como Pedro Garhel. De
consumarse esta iniciativa, sería un acto de justicia: Garhel es un
gran desconocido, con una obra sobresaliente que ha permanecido
prácticamente olvidada. Le conocimos con todas las inquietudes y
toda la sensibilidad de un creador inagotable, en constante
ebullición. De él se ha escrito que su trabajo resultó fundamental
“en la normalización del arte performativo basado en las
experiencias autogestionadas, en el desarrollo del videoarte y la
incorporación de las nuevas tecnologías a la práctica artística”.
Un artista polifacético y multidisciplinar que ya en los años
setenta se desenvolvía en el ámbito de la performance. Fundó y
dirigió el denominado Espacio P, en Madrid, donde promovió, junto a
Rosa Galindo, proyectos artísticos avanzados e innovadores que
atrajeron a destacados artistas nacionales y extranjeros. El dolor,
el éxtasis y la muerte fueron fuentes de inspiración, junto con
elementos de la vida cotidiana de nuestro país. Fue profesor de Arte
y Ciencias de la Computación de la facultad de Bellas Artes de la
Universidad de Salamanca. Tras su inesperado fallecimiento, su
familia ha sido la primera interesada en trasladar desde Madrid la
obra de Pedro Garhel a algún lugar en dignas condiciones del Puerto
de la Cruz. La Casa Tolosa parece el destino adecuado.
Pero,
primero, la rehabilitación de la Casa que es propiedad municipal,
por cierto, adquirida en una época en la que el Ayuntamiento aún
podía proyectar el fortalecimiento y el cuidado del patrimonio
arquitectónico y cultural, objetivos que hoy quiere continuar el
Consorcio de Rehabilitación Turística por medio de sus planes y
programas. Varios proyectos no cuajaron. Incluso se habló de
trasladar el Museo Aqrueológico Municipal. Pero solo se materializó
la actuación de una escuela-taller que rehabilitó parte del
inmueble, en concreto, la ermita que aparece adosada. Una plaza y un
solar anexo completan el generoso recinto. Parece que hay bastante
consenso a la hora de convenir los posibles usos. Solo apuntaríamos
un inconveniente que, posiblemente, habrá frenado algunas de las
iniciativas ideadas: la localización. Pero se puede salvar: eso, sí,
tratándose de un museo, en ese emplazamiento hay que contar con
dotaciones de movilidad y transporte que impulsen las visitas. No
puede ser que quede como aislado o que esté lejos para nativos y
visitantes.
La
importancia arquitectónica de la casona salta a la vista. Pero es
que, además, hay que consignar el valor sentimental para un núcleo
de población importante que siempre tuvo en la ermita una referencia
cercana para expresar su fervor, para apreciar el valor histórico
de las obras que contenía y para desarrollar en sus inmediaciones
actividades festivas, lúdicas y recreativas.
San
Antonio, hoy con un centro educativo amplio y moderno, con una
escuela universitaria donde se puede cursar turismo, con un recinto
polideportivo al que se podría sacar más partido y con una
accesibilidad muy operativa, ganaría muchísimo con una dotación
cultural y museística de primer nivel como se supone que será la
resultante de este proyecto en cuya redacción y aprobación tendrán
que afanarse. Y en buscar financiación, claro. Sobre la gestión de
la dotación, ya se hablará. Ahora, parece muy pronto.
1 comentario:
Salvador:
He intentado enviarte una foto de PEDRO GRAHEL de cuando, -antes de viajar a Londres-, se quedó unos días con nosotros en Barcelona.
Si te interesa, envíame un correo.
Saludos. Zoilo
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