Se cumplen diez años del fallecimiento en Madrid de Alfredo Kraus. Diez años sin él, aunque su pensamiento sigue latente. Diez años para contrastar la magnitud de su obra, su aportación a la música y a la ópera. Una voz singular. Kraus, la Voz.
En las vísperas de este aniversario, el Cabildo Insular de Gran Canaria ha anunciado la puesta en marcha de una fundación que llevará su nombre. Los restos mortales de Alfredo Kraus y su esposa, según se ha sabido, descansarán en un cementerio de Las Palmas de Gran Canaria, en un panteón que contará con una obra escultórica de Lourdes Umérez.
Un amigo, Manuel Torres, le recibió en su casa de Caracas donde contrastó la sencillez y la sensibilidad de su personalidad. Cuentan también que en ciudades italianas como Florencia no le dejaban reservar hotel: los amigos y los melómanos rivalizaban para que se alojara en sus domicilios.
Guillermo García Alcalde escribe en el periódico "La Provincia" una extraordinaria glosa sobre la vida y obra de Kraus: "La indesviable admiración del artista corre pareja en mi estima con la certeza de haber tratado a una persona en la más amplia acepción". El crítico Jorge Balbás Peña le define como "el último caballero del 'bel canto'" y Jerónimo Saavedra, amigo personal del extraordinario cantante, hace una definición concluyente: "Sentó de cátedra de musicalidad, estilo y fraseo".
Diez años sin él. Una ausencia física pero una voz que sigue enamorando cada vez que se escucha.
Por ejemplo, esta interpretación suya en Santiago de Chile. Pone los pelos de punta. Pinchar en:
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