Al
cabo de cuatro ediciones, lo mejor que puede decirse de las Jornadas
Cervantinas de la Villa de La Orotava es que llevan camino de
consolidarse. La iniciativa de la Asociación Cultural Alisios
coincidió, en 2016, con la conmemoración del cuarto centenario del
fallecimiento de Miguel de Cervantes Saavedra. Los promotores tenían
claro que debían construir un espacio en el que intercambiar
lecturas, experiencias, análisis e investigación -_en definitiva,
creatividad_- en torno al célebre escritor y su obra, principalmente
el Quijote. En ese espacio, se trataba de dialogar y compartir
resultados, de modo que se alentase la reflexión y el debate. Desde
luego, un poderoso autor y una obra potente, una de las joyas de la
literatura universal (Cómo hubiera gozado la abuela maestra
_permitan la licencia_ que enseñaba a leer con las páginas de aquel
libro).
Pues
mañana concluye la cuarta edición que, a tenor de la programación
y de las respuestas cosechadas, ha impulsado el acercamiento de la
cultura a todos los públicos. El propósito de lograr una
convocatoria inclusiva, se ha logrado. Poco a poco, se va
configurando el gran objetivo de iniciativas que surgen y cuya
continuidad depende de muchos factores, entre ellos, desde luego, la
respuesta popular: ahora la población debe hacer suyas las jornadas,
identificarse con ellas, con sus contenidos y hacer que cada año los
programas sean más atractivos y aumenten las expectativas. Estamos,
en ese sentido, ante uno de los acontecimientos culturales más
importantes de Canarias. El apoyo institucional, en este caso de
Cabildo y Ayuntamiento, es determinante.
Entonces,
pareciera que don Quijote y Sancho cabalgaran de nuevo, un Siglo de
Oro redivivo, con entremeses y todo. Los integrantes del colectivo
Alisios se han esmerado: el martes 23, Día del Libro, una lectura
del Quijote, prolongada durante más de diez horas en el salón noble
del Ayuntamiento villero. Participaron miembros de la Fundación
ONCE, entre los que se hallaba la cantante Fabiola Socas: una lección
de aprendizaje sobre la superación y brillante interpretación de
muchas personas con limitación visual, entre ellas, José Claudio
Suárez cuyo vídeo en una red social es un auténtico oasis entre
tanta majadería y tanto bulo.
Por
contar, las jornadas tienen hasta himno propio, “Alisios”,
compuesto en exclusiva hace unos años para esta convocatoria por el
director de la Agrupación Musical Orotava, Julio Castañeda. Sonó
en el concierto de la jornada inaugural que registró la intervención
del escritor granadino afincado en La Orotava, José María Espinar,
nominado en el certamen literario “Semana Negra de Gijón”.
Estuvo
también Rafael Álvarez, “El Brujo”, tan locuaz y tan dominador
en el escenario como cabe imaginar, ahora con su obra “Esquilo:
nacimiento y muerte de la Tragedia”. Después, sumen:
cuentacuentos, ponencias, representaciones teatrales escolares,
conciertos y actuaciones corales, entre ellas la de Camerata
Lacunensis de La Laguna. En la clausura, prevista para mañana sábado
en la iglesia de San Agustín, tienen previsto rendir homenaje al V
Centenario de la fundación del convento de San Lorenzo y de la
llegada de los franciscanos a La Orotava. Será un brillante colofón,
seguro, con las corales juvenil y adulta del Liceo Taoro y un recital
lírico_musical de la vida de San Francisco a cargo de Adelina
Carrillo y Fran Baute, acompañados al órgano, recientemente
restaurado, por Juan Luis Bardón.
Las
cervantinas apuntan alto. Hay que congratularse.
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