La conclusión es bien sencilla: sin preguntas no hay cobertura. No
puede ocurrir que se convoque el acto de presentación de una candidatura
electoral y los promotores no admitan preguntas de los representantes
de los medios de comunicación que han acudido a la convocatoria, se
supone, con la intención de dar cuenta de lo que allí ocurra. Y para eso
tienen que preguntar, claro.
Pues no: algunos no quieren que se pregunte. Les resultará más
cómodo. Y para eso, hay que fijar posición. ¿Qué hacer en ese caso?
Como ya se ha dado, el Colegio de Periodistas de Andalucía y la
Asociación de la Prensa de Almería, con el respaldo de la Federación de
Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), han difundido en un
comunicado las medidas que se debe seguir. La primera de ellas es no
acudir a ninguna convocatoria que no incluya en su formato un turno de
preguntas “y denunciar cualquier caso de vulneración de la libertad de
expresión, los derechos de informar y loa derechos del informador”.
Y aunque parezca una cuestión de ‘modus operandi’, esto es, solo para
informadores o periodistas, hay que razonar que sin posibilidad de
preguntar, nos encontramos ante un formato de “declaración”,
circunstancia que debe advertirse previamente “tanto para que los
periodistas valoren atenderlo o no como para que los medios de
comunicación actúen en consecuencia considerándolo como información
remitida por un gabinete o bien como publicidad tarifada”.
Es decir, los consumidores de información deben saber cuáles son las
coordenadas de procedencia, los núcleos originarios de esa información y
cómo la reciben. Por eso, en el comunicado de las organizaciones
profesionales citadas se señala que cuando se den este tipo de
prácticas, “los periodistas deben hacer constar en sus informaciones, y
en lugar preferente, el formato y las circunstancias de cada caso, así
como el texto de las preguntas que hubieran querido formular y no les
fueron admitidas”.
El autor de la información puede advertir, como dato relevante para
el destinatario de la misma, que “el personaje de la información no
suele admitir preguntas”.
Otro supuesto que encierra su importancia: “Las notas de prensa y las
imágenes facilitadas por la fuente de la información deben llegar a los
ciudadanos con precisión de data, procedencia y contexto. No debe
hacerse pasar como propio todo lo que sea material de la fuente”.
Tanto los periodistas andaluces como la federación nacional invitan a
las empresas a suscribir estas recomendaciones y a expresar, ante los
posibles casos que pudieran darse, “el apoyo a sus profesionales y a la
defensa de las libertades y los derechos”.La falta de respeto a los profesionales del periodismo que acuden a una convocatoria sin que se les permita interrogar, solo puede evitarse con una advertencia clara: que se señale en las convocatorias la disponibilidad o no a contestar las preguntas de los informadores.
Se trata de obrar en consecuencia.
De ahí, la conclusión: sin preguntas, no hay cobertura.
1 comentario:
Por fin una actitud lógica y digna de aplauso.
Esperemos que ese criterio se aplique a todas las convocatorias y no sólo en período electoral. Es penoso ver como los periodistas asisten a "ruedas de prensa" de Presidencia de Gobierno, Ministerios y/o Portavoces varios donde de entrada se comunica que no se admiten preguntas y no se ve, como sería deseble, que los informadores se levanten y pidan que les manden el comunicado por correo electrónico. Veremos....
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