Patricia
Ramírez, la madre de Gabriel Cruz, el menor presuntamente asesinado
cuyo juicio se está celebrado en la Audiencia Provincial de Almería,
acaba de publicar una carta dirigida a los medios de comunicación en
general que se convierte en un elemento importante para analizar y
valorar la cobertura informativa de casos como este. En su momento,
nos hicimos eco de la posición que la propia Federación de
Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) mantiene al respecto.
En
el texto, la señora Ramírez precisa que “algunos medios no están
respetando adecuadamente el juicio y el tratamiento que este tipo de
delitos necesita para que sea inquebrantable la sentencia, realizando
juicios públicos paralelos, con expertos y retransmitiendo la
información prácticamente en directo”.
Es
el punto de vista de una madre que ha perdido la vida de su hijo. Es
el dolor de una madre cuyo hijo ha desaparecido en trágicas
circunstancias, amplificadas mediáticamente. Hay que respetarlo.
Patricia Ramírez revela que no tiene fuerzas para asistir al juicio
y rechaza las entrevistas que le han solicitado. “Me están
obligando -señala- a salir como madre en el deseo primario de
proteger a mi hijo haciendo aún más difícil nuestro transitar”.
La
madre de Gabriel, que dio muestras de un gran equilibrio durante los
días de búsqueda del cadáver de su hijo, está dando una lección
de saber estar y de controlar sus emociones con rigor. Está pensando
-escribe- en proteger la imagen de los menores y le asiste todo el
derecho de manifestarse en esos términos. Su pensamiento al respecto
es tajante: “Ruego,
por favor, ya que ha quedado de manifiesto la necesidad y el derecho
que tenemos como padres a que no se publiquen aquellos aspectos
morbosos sobre cómo murió, retiren y no publiquen, ni repitan más
cómo nos lo arrancó de nuestras vidas, en beneficio de titulares
carentes de sensibilidad que aludiendo a su autopsia vulneran los
derechos fundamentales destrozando la imagen de un menor, mi hijo de
ocho años”.
Patricia
Ramírez, finalmente, hace un ruego, lleno de contenido: “Les
ruego, por tanto a los medios de comunicación de manera expresa que
cumplan con esta sociedad y dejen de emitir información sobre cómo
murió y el trato humillante que recibió. Los códigos deontológicos
del periodismo son bien claros a este respecto y sólo tienen que
aplicarlos”.
Dolor
de madre. Toda una lección. Seamos consecuentes. Un respeto, no más.
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