jueves, 5 de septiembre de 2019

SE DEBILITA SOL Y PLAYA

No soplan vientos favorables para el turismo. Tampoco es cuestión de alarmas y dramatismos porque en anteriores coyunturas desfavorables resistió y ayudó a mantener el tipo mientras la zozobra de la productividad crecía y crecía. Pero esa incertidumbre llamada brexit , esa recesión que ya se acepta en Alemania, esas fisuras -¿o algo más?- advertidas en las compañías aéreas, especialmente, en Ryanai y esa súbita aparición de Israel como destino competidor, tiñen de incertidumbre el panorama del sector cuando está a punto de concluir la temporada veraniega.
El siti especializado preferente.com publicaba ayer que un informe confeccionado por la asociación internacional World Travel & Tourism Council (WTTC), señalaba que, en 2018, el turismo aportó siento setenta y ocho mil millones de euros a la economía española.
Lo más llamativo del informe es que los destinos de sol y playa han exprimentado un retroceso al disminuir la afluencia de visitantes. Todo lo contrario del segmento urbano, de compras o cultural, que ha ganado enteros y ha significado un impuslo con el que, en principio, no se contaba.
La información de preferente.com aludía a cifras del pasado mes de julio y a dos destinos muy concretos, Baleares y Canarias, considerados como básicos de la hora de intepretar estadísticas. Ese mes -he aquí lo preocupante- nuestra Comunidad Autónoma registró treinta mil trescientos treinta y siete turistas menos que en el mismo mes de 2018 y setenta y un mil cien menos que en julio de 2017. En Baleares, los descensos se produjeron principalmente en junio, según se refleja en la estdística de coyuntura hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE): ese mes hubo cuatro mil doscientos cincuenta y siete turistas menos que en 2018.
Veamos las pernoictaciones, un indicador significativo a la hora de contabilizar. En términos interanuales, hay ciento cincuenta y cuatro mil novecientas ochenta y nueve menos en Baleares; y doscientas treinta y cuatro mil seiscientas sesenta y tres menos en Canarias. Según publica preferente.com, ello trae causa de la menor afluencia de turistas y a la reducción de la estancia media, impulsada por la bajada de las tarifas por parte de las compañías 'low cost' que genera un fenómeno cada vez más palpable: muchos viajeros no sienten la necesidad de amortizar su billete con más días de vacaciones .En julio, los hoteles registraron 12,1 millones de viajeros, un 3,3% más que en el mismo mes de 2018. También aumentaron un 1,1% las pernoctaciones hasta los 43,2 millones, aunque de forma más ligera por la reducción de la estancia media, actualmente en 3,57 días.
Según estas mismas fuentes, la disminución de visitantes extranjeros se ha compensado con el turismo nacional. Habrá que aguardar, además, a los registros definitivos de spetiembre para evaluar la temporada veraniega y advertir las tendencids del período otoño-invierno.
Pero que el turismo de sol y playa baja, es un hecho, aunque -insistimos- se advierta el alza de del mercado nacional, ya con preferencias claras hacia las modalidades culturales, de compras y propiamente urbanas. Será cuestión de captar otros mercados, sencillamente: los de toda la vida parece que ya son insuficientes.



No hay comentarios: