¿Qué circunstancia
tiene más valor a efectos de un comentario obligado: que siga prácticamente
vallada y cerrada la zona del antiguo Lido San Telmo o que este años, ya con el
verano encima, no acometan las tareas de mantenimiento y reparación de las
piscinas del Lago en el complejo turístico Costa Martiánez?
Difícil discernir
pero la estampa no puede ser más deprimente. Desidia pura. Vaya problema con la
falta de mantenimiento y con un inexistente seguimiento para resolver problemas
en instalaciones públicas del Puerto de la Cruz, absolutamente vitales para las
arcas municipales y para la marca del destino turístico.
Qué falta de todo…
Las quejas de los usuarios van en aumento pero… sin ruido. Se hace difícil
aceptar que ninguna entidad vinculada al sector emita un comunicado de diez
líneas exigiendo la reparación de los desperfectos y la disponibilidad del
sector vallado. O que los grupos de oposición no hayan sido muy exigentes que
digamos a la hora de poner blanco sobre negro la inacción o la tardanza en
afrontar la actuación correspondiente. Y que el gobierno local, ahora en
funciones, se haya puesto de perfil. En el Puerto, ya se sabe: resignación, o
dejar hacer, dejar pasar. Que lo tengan en cuenta los nuevos gobernantes a
partir del sábado 15: así no se avanza, así se brinda con pruebas de
estancamiento.
El caso es que en
noviembre del pasado año -han leído bien, noviembre de 2018- un temporal
ocasionó notables destrozos en las piscinas y aledaños del antiguo Lido San
Telmo. La piscinas siguen llenas -¿es buena medida?- pero el baño o su uso no
está autorizado. Se supone que habrán recurrido a la compañía aseguradora para
afrontar las reparaciones. Igual no. O si ha habido respuesta afirmativa, no la
han aplicado, a la espera… ¿de qué? Se supone que se necesitaría materiales
pétreos, baldosas o similares que armonicen con el conjunto del complejo.
¿Están o no están tales materiales? ¿Deben ser supervisados por algún técnico o
perito?
Sea la causa que
sea, seis meses después -han leído bien, seis meses- de aquel temporal de
otoño, esta parte del recinto sigue cerrada, sin que se tenga una idea
aproximada de cuánto puede prolongarse la demora y continúe el cierre.
Seguramente, muchos usuarios estarán incómodos y molestos, cuando no habrán
claudicado y se han ido a otros sitios (Muchos nativos y residentes, por
cierto, son los habituales de la zona próxima al antiguo Lido).
¿Por qué no vaciarán
los vasos? Alguna razón debe haber, puede que tecnológica. Hay que pensar en
las otras piscinas del complejo y en el propio Lago artificial. Y ya puestos,
si van a hacer algo, tengan presentes las fechas en que nos encontramos. Pero
si van a actuar, háganlo bien: vuelvan a climatizar la antigua piscina que tuvo
muchos seguidores residentes y foráneos, sobre todo mayores a los que se veía
incluso en fríos días invernales.
Conclusión, a la
espera de alguna noticia: ya es hora de que a los portuenses les duela lo que
es suyo.
1 comentario:
Espero y deseo que pronto tengamos en el Puerto un gobierno municipal al que de verdad "le duela el Puerto", tremenda imagen la que das, no por lo que describes, sino porque lamentablemente te quedas corto...ojala pronto podamos decir que las cosas cambian...un abrazo Salvador.
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