Octava
edición del Digital
News Report 2019, publicado
días pasados por el Reuters
Institute de
la Universidad de Oxford. Está considerado como la radiografía más
completa de lo que ocurre en los medios de comunicación de todo el
mundo. Está confeccionado a partir de setenta y cinco mil encuestas
hechas entre usuarios de Internet, consumidores de información,
digital o tradicional, de treinta y ocho países, entre los que se
encuentra España.
Del informe se desprenden más
sombras que luces. Algunos datos, a poco que se tenga una visión
autocrítica, deben ser destacados para poner de relieve, una vez
más, que depende de los propios periodistas cualquier intento de
mejora de los productos informativos, sobre todo para ganar
credibilidad, un objetivo cada vez más complicado ante fenómenos
perniciosos como la desinformación cuyo impacto es cada vez más
notorio. El peso creciente de las grandes compañías tecnológicas
es otra causa que influye en buena medida a la hora de seguir
experimentando para 'cuadrar' el modelo de negocio.
Pero,
como decimos, la credibilidad sigue siendo asignatura pendiente. El
nivel medio de confianza en los medios, según el informe de Reuters,
ha
descendido dos puntos porcentuales a lo largo del último año hasta
situarse en el 42 % de los usuarios. Solo un 49 % de los consumidores
de información afirma fiarse de aquellos medios que consultan de
manera habitual. Esta caída ha sido más pronunciada en algunos
países, como Francia, donde tras perder once puntos se queda en un
preocupante 24 %. Los autores del estudio lo justifican por la
percepción de parcialidad apreciada durante la crisis de los
chalecos
amarillos. En
España, el 43 % de los consultados otorga un punto más de confianza
que la media mundial.
La confianza global en las noticias
consultadas a través de buscadores se sitúa en un 33 %, en tanto
que las registradas desde las redes sociales siguen siendo bajas,
apenas un 23 %. Curiosamente, el número de usuarios que estima que
los medios que ofrecen noticias de último momento (62 %) hacen un
buen trabajo es superior al nivel adecuado de explicación (51 %). De
ahí que interesen los datos del informe relativos a las
informaciones falsas o bulos: la preocupación por tal hecho sigue
siendo muy elevada como lo prueba ese 85 % de Brasil o el 70 % del
Reino Unido. En España, alcanza el 68 %, un punto más que en
Estados Unidos, muy alejados de Alemania (38 %) y Holanda (31 %).
El
estudio del Reuters
Institute valora
las consecuencias del auge del populismo en el consumo de
información. Se deduce que las personas con esa inclinación
política suelen escoger la televisión como principal fuente de
información, confían más en facebook
y
menos en los medios que el resto de la población.
La conclusión es que los medios
deben centrarse en la calidad. Hay, com o dijimos, algunos registros
esperanzadores. El aumento, durante el último año, de un 26 % de
lectores que se decantan claramente por los medios que consideran más
fiables, en tanto que el 24 % haya dejado de consumir los de dudosa
reputación, es un hecho motivador que invita al optimismo. Y otra
apreciación favorable es que una proporción de lectores que paga
por acceder a información es cada vez mayor y lo hace de forma
recurrente. En determinados colectivos, esto es, usuarios con mayor
nivel educativo, mayores ingresos y mayor interés por la
información, se ha constatado inlcuso que la mitad de los usuarios
que pagan lo hacen por dos o tres periódicos digitales.
En definitiva, hay que esmerarse
desde dentro de la misma profesión, deje el ejercicio más cabal,
para acabar con vicios y contribuir a medios y productos informativos
de calidad.
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