Si
no recordamos mal, se han cumplido ya cinco años de aquel acuerdo
alcanzado tras la edición correspondiente de FITUR, consistente en
convertir el Puerto de la Cruz en un destino a incluir en el Sistema
Integral de Calidad Turística Española en Destinos (SICTED), una
iniciativa de la Secretaría de Estado de Turismo y la Federación
Española de Municipios y Provincias (FEMP) que debería
desarrollarse con empresas y servicios turísticos con el objetivo de
mejorar la experiencia y la satisfacción del turista. Se trataba de
una metodología que proporcionaba un sistema integral y permanente
de gestión de la clidad en un destino turístico con una nueva
concepción de los resultados esperados, es decir, un trabajo
enfocado hacia la mejora continua a partir de una actitud de
recuperación y puesta en valor de los recursos y del espacio.
Damos
por sobreentendido que, con las variables operativas y los matices
propios de la experiencia acumulada, el Consorcio Turístico para la
Rehabilitación del Puerto de la Cruz prosigue esta andadura con una
nueva convocatoria de adhesión al programa de Impulso de la Calidad
que ha sido dada a conocer hace escasas fechas. Interesante: estas
iniciativas solo cuajan o resultan eficaces cuando tienen
continuidad.
Claro
que habrá que aguardar la respuesta de empresas y profesionales del
sector. Confiemos en que no tengan una actitud indiferente. El
programa es gratuito, está financiado por el Consorcio y
desarrollado por Excelencia Turística de Tenerife. Se pretende
analizar con rigor y pragmatismo tanto las tendencias empresariales
como los diferentes modelos de actuación, de manera que sea factible
su adaptación al perfil de cada organización.
No
nos cansamos de repetir que el Puerto de la Cruz debe see un destino
turístico diferenciado. Con su propia personalidad y con recursos
que acopian la historia y la experiencia, aptos para afrontar
actuaciones que, una vez encuadradas en el modelo aceptado y
consensuado, revelen una dinámica innovadora y modernista. Esto no
puede ser obra exclusiva de las administraciones públicas: han de
involucrarse los agentes sectoriales y sociales, tal como
comentábamos hace unas fechas en este mismo sitio digital.
Este
Programa de Impulso tiene espacios abiertos para las empresas del
ramo, desde hoteles y apartamentos a agencias de viajes, pasando por
establecimientos de restauración, comerciales, cooperativas de
transporte público (taxis), centros y oficinas especializadas así
como pequeñas y medianas empresas y profesionales cutos titulares
estén dispuestos a desempeñar un papel activo y vanguardista.
Un
doble concepto en el que venimos insistiendo desde más de dos
décadas: innovar y cualificar la oferta turística, única manera de
marcar tendencia y de disponer de un producto atractivo que
despierte interés en los mercados,. Que sea, pues, competitivo. El
Puerto, acaso demasiado tiempo dormido en los laureles, tiene
opciones -y la obligacioón conjunta- de revitalizarse. No puede
desaprovechar recursos y oportunidades. O el sector es valiente y se
decide conscientemente, o perderá muchos enteros.
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