El
periodismo prolonga sus crisis, muchas empresas se las ven y se las
desean para salir airosas mientras se estrujan los sesos para acertar
con el modelo de negocio y los medios, por lo general, siguen
esmerándose para ofrecer productos con reclamos, aunque su línea
editorial siga dependiendo de los ingresos que provengan de las
instituciones o empresas públicas.
En
medio de esa panorama preocupante, que invita poco al optimismo y a
las alternativas, surgen cifras que llaman la atención y despiertan
una controversia en la que los profesionales tienen algo que decir,
sobre todo cuando es su trabajo el que alimenta los beneficios,
Por
ejemplo, se acaba de saber que el gigante de la búsqueda en la red,
Google,
ingresó
el año pasado cuatro mil setecientos millones de dólares gracias al
uso de las noticias. El dato se publica en una nueva entrega del
informe News
Media Alliance, del
que se hace el poderoso The
New York Times. El
presidente y director ejecutivo de esa firma, David Chavern, resume
la situación con frases muy expresivas: “Google gana dinero con
esta actividad. Luego, debería haber un mejor beneficio para los
editores de noticias”. Es evidente que Chavern reivindica más
dinero para los medios de comunicación, aún cuando el informe no
analiza el valor de todos los datos que Google consigna a partir de
cada usuario que navega por las noticias.
Cierto
que profesores y expertos en comunicación dudan de algunas
conclusiones del trabajo de News
Media Alliance, llegando
a hablar incluso de matemáticas engañosas. Pero todo da a entender
que el trabajo de los periodistas se ve minimizado y minusvalorado.
Son las compañías tecnológicas las que parecen obtener unas
suculentas ganancias con la información, luego no es de extrañar
que se imponga una tasa (en Europa ya se conoce como Tasa Google),
independientemente de que se abra una debate sobre la relación entre
esas potentes y gigantes compañías tecnológicas y los medios de
comunicación.
Que
la subsistencia de muchas cabeceras y programas siga siendo agónica
y que el empleo continúe precarizándose, en definitiva, que la
crisis se alargue, colisiona con estas cantidades aparentemente
indicadoras de ganancias. Es algo más que el pez grande se coma al
chico. Es menester una revisión y otros planteamientos. Que no
siempre pierdan los mismos.
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