Helena
Bianco, asociada al trío Los Mismos y este, a El
hombre del tiempo,
canción compuesta por Jorge Morell y Ricardo Ceratto, con la que
ganó la tercera edición del Festival de la Canción del Atlántico,
celebrado en el remozado Parque San Francisco (Puerto de la Cruz). La
final tuvo lugar el 20 de abril de 1968. El olfato de Lucas Fernández
(Plató del Atlántico) propició en 2018, coincidiendo con el
cincuenta aniversario, rescatar algo más que una canción. Esos
cincuenta años merecían un reconocimiento destacado que
correspondiese, de alguna manera, a la mayor promoción jamás hecha,
musicalmente hablando, de la isla y de sus bondades climáticas. La
Fundación Diario de Avisos otorgó uno de los premios 'Taburiente'
en una noche memorable, cuando el abarrotado Teatro Guimerá seguía
a Bianco y al grupo coreando un estribillo involvidable. “Tenerife
tiene/ seguro de sol...”.
Hemos
tenido la fortuna de vivir esas dos noches mágicas. En 1968, el
grupo vallisoletano también se hizo con el segundo premio del
Festival, un tema titulado Guitarra
de mi pueblo, compuesto
por Fernando García Ramos y Pedro Guerra Cabrera, seguro que de
mayor calidad musical y poética que el triunfador, pero de menor
impacto promocional o comercial. La organización, según ha
descubierto el historiador realejero Javier Lima Estévez, había
limitado la participación a autores o editores latinos, valorándose
la originalidad de la obra a presentar. El maestro Rafael Ibarbia
dirigió la orquesta del certamen, integrada por músicos y
profesores tinerfeños, algunos pertenecientes a la Orquesta de
Cámara de Canarias. El
hombre del tiempo fue
premiada con el 'Peñón de oro' y cien mil pesetas. Al cabo de medio
siglo, una interpretación a ritmo de cumbia, divertida, pegadiza se
convirtió en una canción eterna. Sin exageraciones: la canción de
una promoción impagable que bendice el clima tinerfeño, con su
eslógan, seguro de sol. Un singular parte meteorológico que seguía
los cánones de Mariano Medina. Hoy en día aún se escucha en
cualquier parranda de amigos y en cualquier fiesta. En 2018, el
Guimerá redivivo de alegres e inconfundibles emociones.
Pues
como si quisiera prolongar el éxito sine
die, Helena
Bianco acaba de ganar la primera edición española de La
Voz Senior (Antena
3 TV, Atresmedia), reservada a cantantes de más de 60 años,
con
la canción El
camino. Integrada
en el equipo de Pablo López (su autor), Bianco tiene ya setenta años
-¡quién lo diría!- y en su palmarés no puede olvidarse otro gran
impacto, como fue El
puente, ganador
en el Festival de Mallorca. La discográfica Belter, con la que
habían contratado, encontró un verdadero filón en Los Mismos, que
se disolvieron diez años después para reparecer en 1996.
El
triunfo de la cantante vallisoletana pone de relieve su elevada
estatura artística y su facilidad para adaptarse a las nuevas
tecnologías y a los estilismos de nuestros días. Claro que hay que
tener talento y cualidades para triunfar entre las exigencias y la
complejidad de la música de estas fechas. Los productores o
representantes de entonces nada tienen que ver con los asesores o
coaches
de
nuestro tiempo, aunque los ensayos sean de parecido perfil, acaso más
perfeccionistas. Otros intérpretes o compositores de la generación
de Bianco no tuvieron suerte, como Maruja Garrido, Ignacio Benavides,
Gonzalo Encinas o José María Guzmán, todos de indiscutible valía.
Algunos críticos han sido muy crueles con las preferencias del
jurado. Es probable que, como en aquel Festival del Atlántico de
finales de los sesenta del pasado siglo, haya primado más el
criterio comercial y el deseo de proyectar la producción con bases e
intérpretes populares. Las cifras de audiencia no engañan: una
media superior a dos millones de espectadores y una cuota de pantalla
del 14, 7 %. “Tampoco quiero que me duelan los finales”, dice la
canción con la que ganó esta modalidad senior. Claro...
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