Cincuenta
años de una biblioteca. Citando a Borges, el arquitecto Carlos A.
Schwartz, dijo que “la biblioteca perdurará”, acaso porque el sueño
de todos los arquitectos sea precisamente ese: concebir y construir
una. Lo hizo en 2009, cuando hubo que aprovechar el inmueble que
dejaba la sede de los antiguos juzgados, en la calle Puerto Viejo,
esquina a Pérez Zamora, en pleno centro de la geografía portuense.
Carlos
estaba allí, recordando a su padre 'ranillero', orgulloso de su
donación de tres hermosas fotografías, fruto de su otra gran
pasión, y de una cuarta de gran tamaño, 'El bosque oscuro de
Yorkshire', que se podía contemplar allí, en la sala Gloria
Fabrellas Cartaya, presente,
primera bibliotecaria que da nombre a una de las dependencias de la
biblioteca pública municipal cuya denominación es un tributo
permanente a uno de los grandes literatos nacidos en el municipio,
Tomás de Iriarte. A Schwartz le dio tiempo de homenajear a Pérez
Minik al explicar los antecedentes circunstanciales de sus fotos El
bosque y
La
caverna, desvelados
cuando hace diez años dio a conocer el proyecto.
Las
mujeres, algunas ex concejalas, se emocionaron y el calor sofocante
presidía el primer acto del cincuentenario que hoy tendrá
continuidad con una cuentacuentos para niños y una suelta de libros.
Quieren alargarlo, naturalmente, con más convocatorias y con más
testimonios, como el de uno de los celosos responsables de la
biblioteca, Fernando Viale Acosta, quien condensó la historia de
estos cincuenta años, de sus tres sedes y de sus avatares. Matilde
Perera, otra celosa responsable, siguió atentamente el desarrollo
del acto mientras cubría su jornada laboral y el centro seguía
funcionando.
Claro
que la biblioteca perdurará, Carlos, mientras haya personas así y
usuarios demandantes de obras de todos los géneros y de todos los
autores. Mientras quede un hueco en la memoria para recordar a Isabel
Acosta y las nuevas prestaciones sean accesibles pese a los retrasos
y los vaivenes político-burocráticos. Esa es la nueva dimensión,
la vitalidad de la nueva y moderna biblioteca, no solo el afán de
leer, de intercambiar libros y de consultar los fondos, siquiera para
descubrir que alguna obra no es prestable.
En
la actual sede de la biblioteca municipal “Tomás de Iriarte”
también se han registrado problemas de apertura, como escribimos en
febrero de este mismo año. Pero no es cuestión de amargar el
cumpleaños, máxime cuando Viale recordó la distinciones que el
centro habría recibido en la convocatoria de la decimonovena Campaña
de Animación a la Lectura María Moliner 2018, con el proyecto que
firmaron él mismo, Matilde Perera y Ritcher Carrillo con un
sugerente título, “Amor entre renglones y pentagramas”. Se
trataba de un cuádruple objetivo: animación a la lectura, la
eficiencia de la labor bibliotecaria, la integración social en su
comunidad y el uso de las nuevas tecnologías. El
jurado valoró, precisamente, la eficiencia en la administración de
los recursos de la biblioteca así como el esfuerzo realizado en
función de tales recursos disponibles, la colaboración con centros
educativos y otras entidades con los diferentes agentes
socioculturales del municipio, además del fomento de la convivencia
intercultural. La distinción otorgada sirvió para mitigar el
sufrimiento y el desasoiego, los cierres, siempre reprobables, Y para
demostrar que cuando se pone empeño, es posible sortear
imponderables.
Ahora,
la biblioteca cumple medio siglo, Hay que congratularse, a sabiendas
de que, pese al salto cualitativo dado con el traslado, aún hay
mucho por hacer. Y es que para que perdure, hay que enriquecerla. Si
es posible, todos los días.
Felicitaciones!
2 comentarios:
Un acto muy hermoso el de ayer.
Larga vida a la Biblioteca Tomás de Iriarte!
Gracias por tu comentario, Salvador.
Precisamente el 14-9-2019 falleció en La Orotava la ex-bibliotecaria Gloria Fabrellas Cartaya.Posiblemente no disfrutó de este artículo.D.E.P.
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