lunes, 4 de marzo de 2019

ATAQUES Y CAUSAS DE LA AUTOCENSURA

La Federación Europea de Periodistas (EFJ), dirigida por Renate Schroeder, viene trabajando en un informe sobre la autocensura. De la encuesta realizada con periodistas de todos los Estados miembros, se desprende que, junto a las noticias falsas, estamos ante un serio problema para el ejercicio profesional, para la proyección de su credibilidad y para un producto informativo de calidad.
Las causas que fabrican esta autocensura van desde razones económicas a amenazas de ataques físicos, pasando por el miedo al acaso sexual, sobre todo entre las mujeres periodistas. Precisamente, el miedo de las mujeres a denunciar también condiciona su desempeño profesional. La directora Schroeder, al calor de las respuestas que van procesando en la EFJ, reconoce que algunas emisoras públicas de comunicación están diciendo a los periodistas que “sean prudentes a la hora de trabajar porque necesitan fondos”. O sea, cada vez más mermada la libertad pues la intimidación a los profesionales sigue su marcha ascendente.
La Federación, en colaboración con la firma Index on censorship, se esmera en concluir un mapa del estado de la libertad de los medios de comunicación en Europa. Los informes previos aluden a la interferencia política en los medios de comunicación, que no siempre es directa, por cierto. Citan como ejemplo que, para desacreditar a los medios de comunicación, se viene escogiendo la vía de difamación directa a los periodistas “con el fin de sembrar dudas sobre la veracidad de la información que estos publican”. Las repercusiones de esta tendencia son inquietantes pues ya ha sido detectado “un efecto perjudicial en la seguridad de los periodistas, que están más expuestos a amenazas tanto verbales como físicas por parte del público”.
Pero donde pone el acento Renate Schroeder sobre el empeoramiento de la situación para los periodistas y los medios es en el auge de los partidos populistas de extrema derecha, “que están atacando los profesionales de una forma sin precedentes”. Y pone como ejemplos la calificación empleada por el presidente de Eslovaquia para significar a un grupo de periodistas que investigaban e informaban sobre presuntos casos de corrupción: “sucias prostitutas”, las llamó Andrej Kiska. O los comportamientos, en líneas similares. de algunos miembros del Gobierno de Italia. O los ataques que reciben en varios países aquellos medios y aquellos periodistas que denuncian los bulos y las paparruchas. “Que haya aumentado el número de asesinatos de periodistas en los últimos años, es algo que no habíamos visto antes en la Unión Europea”, dice la directora de la EFJ.
Claro que no se queda atrás con el desvirtuamiento y la degeneración de las redes sociales, donde se confunde cada vez más su papel -ni se comparte información ni se interactúa con los consumidores de información- hasta el punto de convertirse en un espacio hostil para la profesión. Dice Schroeder que “vivimos un momento en el que el ecosistema informativo es frágil y los periodistas, en ocasiones, ganan muy poco dinero, por lo que al final son susceptibles de ser corrompidos. Por otro lado, están los gigantes de Internet, que cada vez tienen más poder... al final, una combinación de varios factores, una cuestión bastante complicada”.
Se supone que problemas y fenómenos como los que nos ocupan, delicados para la libertad de información y para el desenvolvimiento profesional, deben merecer la atención y algún tipo de respuesta por parte de las instituciones unionistas. Para la EFJ, hay que implementar sin dilación resoluciones y recomendaciones sobre el particular. “Nosotros llamamos a todos los países de la Unión a que hagan más por proteger a los periodistas, tal como establece el Consejo de Europa. Evidentemente, creemos que la UE siempre puede hacer más”.

1 comentario:

HISTORIA_PERIODISTICA dijo...

Evidentemente, informar con objetividad en torno a hechos polémicos, políticos preferente, puede afectar la estabilidad del profesional que informa! De hecho se aprecia en diversos lugares del ancho mundo. Opinión como Periodismo Histórico.