Curioso
episodio ocurrido en mayo de 1820, en el Puerto de la Cruz. Cuando el
escribano público, equivalente al secretario del Ayuntamiento, José
Álvarez de Ledesma, no quiso jurar la Constitución.
En
efecto desde Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna
llegaron noticias de que habían obtenido autorización del
Comandante General de las Islas para publicar la Constitución
mandada por Su Majestad el Rey, Fernando VII, y fuese jurada en el
todo el Reino. Según el cronista oficial del municipio, Nicolás
Pestana Sánchez, la orden no había llegado al Ayuntamiento
portuense pero éste, “deseoso de dar cumplimiento con puntualidad
a tan importante asunto, solicita el correspondiente permiso de dicha
Autoridad militar”.
El
Comandante General concedió el permiso para publicar y jurar la
Constitución, que se verificó con bastante solemnidad, según
consta de la certificación expedida por el Escribano Público, José
Alvarez de Ledesma, fechada en 12 de julio de 1820, que dice así:
“Yo,
el infrascrito Escribano Público de este Puerto de la Cruz de la
Orotava, certifico y doy fe a todos los Srs. Ciudadanos que la
presente vieren, cómo en el momento que este vecindario se cercioró,
por noticias positivas, que nuestro amado soberano Fernando VII había
jurado el sagrado código de nuestra Constitución Política de la
Monarquía Española, el Ayuntamiento que entonces gobernaba, en
unión de todos los ciudadanos, vecinos y moradores de este pueblo,
para tener la gloria de ser los primeros que imitasen a la Metrópoli,
señalaron, para verificarlo, los días 12,13 y 14 de mayo.
En
el primero, a horas de las 3 de la tarde, salió de la Casa del
Alcalde el Muy Ilustre Ayuntamiento acompañado de las demás
autoridades, del venerable Párroco, de los Prelados Regulares y de
un inmenso concurso que seguía a la tropa que existe aquí de
guarnición con tambor y pitos, mandada por el Capitán de Milicias
Provinciales Don Rafael Pereyra, dirigiéndose a la Plaza denominada
hoy “…de la Constitución”, la cual se hallaba suntuosamente
adornada y en la parte superior de ella se veía, bajo un decente
dosel, el retrato de nuestro amado Soberano ( hecho por el pintor Don
Luis de la Cruz y Ríos en el año 1808) y, en el centro de ella,
levantada, una columna de cataras de alto sobre la cual se hallaba
colocado el sagrado Código de la Constitución. Se publicó ésta
por el Síndico Personero, Don Roberto Power, leyéndola en voz alta
al tiempo que se oían los repetidos “vivas” y exclamaciones de
todo el concurso acompañados de “salvas” de artillería y
fusilería. Terminado el acto el Muy Ilustre Ayuntamiento y demás
que le acompañaban se restituyen al paraje de donde habían salido,
viéndose las ventanas de todas las casas de las calles por donde
transitaban colgados de “damascos” y sus paredes elegantemente
adornadas con varios festones de flores
Al
día siguiente, 14, reunidos que fueron en la referida Casa del
Alcalde en la misma forma que en el antecedente, se dirigieron a la
Iglesia Parroquial llevando dicho Alcalde el Libro de la Constitución
como lo hizo cuando su publicación. En dicha Iglesia se cantó una
misa solemne por el venerable párroco de ella Don Manuel Esquivel,
haciendo un elocuente discurso el venerable párroco del lugar de
Chasna Don Antonio Peraza y Ayala. Concluida la misa, se leyó la
sabia Constitución, que fue jurada por el Muy Ilustre Ayuntamiento,
por todo el inmenso pueblo, según está dispuesto por la
Constitución, con el mayor entusiasmo. Enseguida hubo procesión de
su Majestad Sacramentada alrededor de la plaza, que también se
hallaba suntuosamente adornada, concluyéndose esta función con un
solemne Te-Deum, a todo lo que acompañó, con repetidas “salvas”,
la tropa y artillería de la Cortina. Luego que esto concluyó, el
Muy Ilustre Ayuntamiento, acompañado de las demás autoridades,
prelados, pueblo y tropa se restituyeron al paraje de donde habían
salido.
En
todas las tres noches, hubo iluminación general, esmerándose a
porfía todos los vecinos a cuál lo hacía con más elegancia,
acompañados de repiques, música por las calles y fuegos
artificiales en la plaza de la Constitución, que se hallaba también
grandiosamente iluminada, observándose, en estos tres días y noches
el mayor orden en todo el pueblo a pesar del innumerable concurso,
que no sólo de este pueblo sino de todos los rayanos concurrieron a
disfrutar de estas funciones.
Por
mandato del señor Alcalde Constitucional, doy el presente
certificado en el referido Puerto de la Orotava, a 12 julio de mil
ochocientos veinte. Firmado José Alvarez de Ledesma, Escribano
Público”.
Negativas
de un secretario
Fue
entonces cuando se produce un incidente significativo. En
el momento en el que estaba reunido el pueblo en la ermita de Nuestra
Señora de la Peña de Francia para proceder al nombramiento de los
Comisarios Electores, según lo prevenido en la Constitución y
posteriores Decretos de las Cortes, se hizo presente por varios
vecinos, cuando se iba a dar comienzo a la votación, que el
escribano público de este pueblo, José Alvarez de Ledesma, no había
jurado la Constitución el día en el que se publicó, bajo la forma
que estaba prevenida y sí con ciertas limitaciones, por lo que
exigieron que la volviese a jurar en presencia de todos los
asistentes, en los términos debidos y prescritos.
Preguntado
el citado escribano, manifestó ser cierto haber hecho el juramento:
“…
en cuanto fuese del agrado de Dios”.
Se le pidió que prestase el juramento nuevamente en la forma legal,
negándose a ello, a pesar de los buenos consejos que le dieron
muchas personas de carácter.
Tuvo
que suspenderse la elección para celebrarla el mismo día por la
tarde, conscientes de poderle reducir pero, a pesar de todos los
esfuerzos, se negó a ello. El alcalde Tomas Armistrong nombró como
acompañados a Domingo García Panasco y a Francisco Fonte, quienes
levantaron acta de todo esto para dar parte al Comandante General de
estas Islas, como Jefe Político interino de ellas, a fin de que
determinase sobre el particular lo que estimase conveniente.
La
cosa no terminó ahí. El 27 de diciembre de 1820, el Ayuntamiento
acordó solicitar al Jefe Superior Político la suspensión del cargo
de secretario al escribano Álvarez de Ledesma, “por su conocido
carácter anticonstitucional”.
Lo
que son las cosas. Cuando se convierten en noticia las fórmulas
empleadas en nuestros días por sus señorías, en el momento de
tomar posesión (“por imperativo legal” y algunas otras), ya
entonces, en el siglo XIX se producían coletillas que alteraban la
solemnidad. Aquí fue el pueblo el que se alzó para tratar de
corregir la situación, en la que el mismísimo secretario de la
corporación, el que debía levantar acta de lo que sucedía, se vio
afectado.
Día
92 de la alarma
Amanece
con llovizna. Está desapacible. Llenan la pila de la plaza del
Charco pero algunos viandantes advierten que el chorro del cisne de
la plaza de la Iglesia vierte agua y que la de calle Quintana, San
Francisco, también. En realidad, son las señales de lo importante
que es el mantenimiento de las infraestructuras y el aporte de éstas
a los atractivos de la ciudad.
Al
mediodía, cuando vamos a la farmacia en busca de los medicamentos ya
hace calor difícilmente soportable. No habrá turistas pero el
bullicio del Puerto resulta inconfundible. Las terrazas están muy
concurridas.
El
presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos
Turísticos (CEHAT), el tinerfeño Jorge Marichal, comparece en el
Congreso de los Diputados en el curso de una nueva sesión de la
comisión para la Reconstrucción Social y Económica. Ha dicho
Marichal que es absolutamente necesario poner en marcha de forma
urgente un conjunto de medidas para garantizar primero, la
supervivencia; y después, la recuperación del turismo en general y
del sector hotelero en particular. Marichal es partidario de
prorrogar los ERTE hoteleros hasta finales del presente año. La
gravedad de la situación la resume en una frase: “O tomamos
medidas claras ya en este país en torno al turismo, o tendremos un
otoño complicado; los empresarios queremos trabajar, lo contrario es
suicidarnos”.
El
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, mientras tanto, materializa su
adhesión de la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias
(AMTC). Aunque
de hecho ya el gobierno municipal venía representando a la ciudad
turística en las reuniones, los encuentros y los pronunciamientos de
la AMTC, desde ahora es miembro de pleno derecho de la asociación.
En
esta línea, la concejala de Turismo, Carolina Rodríguez, subraya el
compromiso que supone para el sector turístico de la ciudad formar
parte de esta asociación “en la que ya trabajamos para defender en
estos tiempos tan críticos e inéditos para la principal industria
de la ciudad”.
Además,
y a propuesta de la concejala del área, este viernes 19 de junio se
llevará a cabo una asamblea urgente de la AMTC para estudiar una
nueva línea de medidas para reactivar el sector turístico lo antes
posible. “Queremos poner todo de parte de las administraciones
locales para que este sector clave pueda reanudar su actividad como
parte fundamental de los planes de recuperación que hemos diseñado
y que estamos implementando para salir de esta crisis provocada por
la emergencia sanitaria”, dice.
Mañana
martes, el Diputado del Común, Rafael Yanes, recibirá a los
representantes de las comunidades de propietarios y comerciantes de
edificios y establecimientos próximos al ‘Iders’, en la avenida
Familia Bethencourt y Molina. La situación sigue igual, con
tendencia a empeorar. A ver si hay voluntad, entendimiento e
iniciativa para que mejore.
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