El
Consejo de Ministros aprobó esta misma semana el Proyecto de Ley
Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia
frente a la Violencia, coloquial “Ley Rhodes”, en reconocimiento
a la labor del pianista y compositor británico James Rhodes que fue
quien encabezó la sensibilidad y las reivindicaciones de las
organizaciones que trabajan por los derechos de la infancia. Rhodes,
víctima de abusos sexuales durante su niñez, quería una norma para
combatir la violencia que sufren menores y adolescentes y, a la
espera de su aprobación definitiva en las Cortes, ya la tiene.
La
premisa puede encontrarse en el artículo 39 de la vigente
Constitución Española que sienta bases sólidas de protección de
la familia y de la infancia por parte de los poderes públicos:
“2. Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección
integral de los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia
de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado
civil. La ley posibilitará la investigación de la paternidad. 3.
Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos
dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y en los
demás casos en que legalmente proceda. 4. Los niños gozarán de la
protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por
sus derechos”.
Y
es que hace un par de años, el Comité de Derechos del Niño
advirtió a España la necesidad de contar con una ley integral sobre
la violencia contra los niños, análoga a la aprobada contra la
violencia de género. Esta norma quiere ser la respuesta al tener en
cuenta las observaciones específicas de otras instancias,
especialmente de Naciones Unidas y del Consejo de Europa. Asimismo,
está orientada al cumplimiento del Objetivo 16 de la Agenda 2030
(“Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas”) y la meta
16.2 (“Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las
formas de violencia y tortura contra los niños”).
Además
de un avance significativo en la materia, esta puede ser una de las
más sustanciosas innovaciones en la nueva realidad socieconómica
tras la pandemia. Se trata de fijar un nuevo modelo de prevención y
protección común en todo el país frente a la vulneración de
derechos que significa el empleo de violencia en personas de edades
de infancia o adolescencia. Se quiere priorizar la prevención como
método para evitar la violencia contra los menores de edad,
fortaleciendo de paso las capacidades de los propios niños y
adolescentes para la detección precoz y la adecuada reacción ante
episodios de agresividad física o verbal. Otras características: el
establecimiento de medidas de protección orientadas a eludir la
victimización secundaria y la superación de la fragmentación del
modelo actual, mediante la colaboración con las comunidades
autónomas.
El
alcance de la nueva Ley (algunas organizaciones ya han pedido que sea
tramitada por la vía de urgencia) es bastante amplio. Desde la
garantía a los menores de los derechos a la información, el
asesoramiento y el apoyo a una atención integral, incluida la
terapéutica, a proporcionar el apoyo público necesario para
prevenir desde la primera infancia factores de riesgo y reforzar los
considerados protectores. Se promoverá el buen trato, la
parentalidad positiva, la adquisición de competencias emocionales y
los aspectos de negociación y resolución de conflictos en base a la
situación y necesidades de los progenitores.
Igualmente,
se
establece que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, a nivel estatal,
autonómico y local cuenten con unidades especializadas en la
sensibilización, prevención de situaciones de violencia sobre
personas menores de edad. Se reduce la práctica de diligencias con
intervención de personas menores de edad a aquellas que sean
estrictamente necesarias. En este sentido, otro de los hechos
llamativos estriba en que se da una nueva regulación a los delitos
de odio, incorporando la edad como causa de discriminación, tanto
sobre los niños, niñas y adolescentes, como sobre las personas de
edad avanzada e incluyendo la aporofobia y la exclusión social
dentro de estos tipos penales.
Los
menores, más protegidos. Ese es el propósito.
Día
88 de la alarma
Nueve
días consecutivos en Canarias sin fallecidos y cuarenta y ocho horas
sin contagios. Pero hay que mantener la guardia. Los objetivos a
regular tras la fase 3 son las romerías y fiestas populares, el uso
de las playas y zonas de baño y controles en puertos y aeropuertos.
En todos los casos, el consejero de Sanidad y portavoz del Gobierno,
Julio Pérez, ha
insistido en que serán necesarias muchas normas “pues la situación
sanitaria así lo exige”. No están despejadas las dudas, ni mucho
menos, de qué hacer con los controles sanitarios a los turistas: el
Gobierno quiere que dispongan de un certificado que especifique que
no están contagiados, con una validez de cuarenta y ocho horas.
Pérez ha dicho que es probable que los test PCR se hagan en
Canarias. Y que ya se verá quién los paga.
Fallece
Rosa María Sardá, una actriz sin igual, relevante. Y ha nacido una
intérprete arrolladora, la grancanaria Nia Correia, ganadora
indiscutible del programa de RTVE, “Operación Triunfo” (OT). A
mediodía, ofrecen su interpretación de la canción dedicada a
Canarias,
Ocho
maravillas, y
la entrevista personal que mantuvo con Noemí Galera, directora de la
academia, antes de la actuación, que son verdaderamente emotivas.
Mucho talento.
En
el Puerto presentan el programa municipal de formación y
sensibilización medioambiental ‘Proactiv@s
por Naturaleza’. Desde ahora y hasta septiembre, alternarán
actividades presenciales y las que se hagan a través de Internet, en
adaptación a las circunstancias que concurren derivadas de la
pandemia. Rutas guiadas, mesas redondas, jornadas de divulgación y
proyectos de voluntariado en ciencia ciudadana dan contenido a esta
iniciativa que se desarrollará en torno a tres ejes vertebradores:
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la amenaza del cambio
climático para el planeta y el patrimonio cultural portuense.
La
ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha animado a
los interlocutores sociales a cerrar un acuerdo para extender los
Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) “antes del
próximo martes”.
Lo
dijo durante la sesión parlamentaria de la Comisión para la
Reconstrucción Social y Económica. Es una declaración
esperanzadora, de ánimo, de confianza en que haya un acuerdo
próspero para el país. Lo que la gente espera y desea.
Ejemplos
de solidaridad: la
Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo
(Aecid) y once regiones españolas aportarán este año 1,6 millones
de euros a organismos internacionales para paliar las consecuencias
de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en Venezuela y en
los campos de refugiados saharauis de Tinduf, con la colaboración
del Gobierno de Murcia en este segundo caso.
Volvió
el fútbol de competición. Se hace raro verlo sin espectadores en el
campo, máxime cuando se trata de un clásico. Ganó el Sevilla al
Betis (2-0).
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