La
pandemia empieza a ser observada con cierto sentido de perspectiva.
Las amenazas no se despejan del todo (de hecho, hay países donde se
han detectado focos que rebrotan) pese a que los avances para una
incorporación gradual a la nueva realidad son noticia y generan
preparativos en los agentes sociales. No es que esté controlada del
todo pero la situación invita a trazar o diseñar horizontes. Es
más, la dimensión de la crisis está aún por calcular.
En
este sentido, nos hemos detenido en un trabajo de investigación
hecho por la agencia de comunicación PR Garage relativo al trabajo
de los periodistas. Pensando en la experiencia acumulada y en los
Expedientes de Regulación Temporal de Empleo de incierto final, hace
escasas fechas compartíamos una inquietud de la Asociación de la
Prensa de Tenerife (APT) alusiva a la confianza en una pronta vuelta
a la normalidad de la actividad periodística y en que los
profesionales afectados por los citados ERTE puedan continuar su
trabajo en condiciones similares a las existentes antes de la
declaración del estado de alarma. Seguimos esperando que
las redacciones, sin perjuicio de la libre movilidad de los
profesionales para la cobertura de hechos noticiosos, vuelvan a ser
el núcleo desde el que se vertebre la transmisión de la información
a los ciudadanos, las cuales, en muchos casos, se encuentran
diezmadas o relegadas por el teletrabajo, cuando su función resulta
esencial para el desarrollo del sector de la comunicación, por el
intercambio de conocimientos, ideas y opiniones que se genera a
diario dentro de este entorno laboral.
Según
la encuesta aludida, para un 69 % de los periodistas, la crisis de la
COVID-19 ha supuesto trabajar más que antes, frente a un 28 % que
trabaja lo mismo y un 3 % que afirmó haber trabajado menos.
Siguiendo los resultados de la investigación, un 57 % tiene que
entregar los mismos temas que antes, en tanto que a un 39 % le han
pedido desde sus medios más materiales y tan solo un 4 % se ha
desenvuelto con los mismos.
En
la mayoría de los casos, los periodistas han empezado a trabajar de
forma remota aprovechando la tecnología y los medios telemáticos
para consultar fuentes, realizar entrevistas, escribir historias e
incluso grabar piezas y editar para radio y televisión desde casa.
Por tanto, no es de extrañar que
un
88 % de los periodistas opine que su medio estaba preparado para el
teletrabajo. Algunas emisoras instalaron enlaces en domicilios
particulares de conductores de programas para que siguieran
realizando su función. El teléfono, sobra decirlo, continuó siendo
un instrumento indispensable para recabar testimonios o llevar a cabo
determinadas coberturas.
Por supuesto,
según el estudio, la crisis sanitaria es el tema que acaparó la
agenda de los periodistas,
puesto que algo más del 89 %, en el momento de ser consultado, está
preparando piezas sobre la COVID-19 (un 54 % únicamente escriben
sobre los efectos del virus y casi un 36% prácticamente en
exclusividad sobre este tema), frente a un 10 % que redactan
únicamente sobre otros temas ajenos a la crisis sanitaria. Así las
cosas,
el
74 % de los periodistas consideran que este tema está acaparando
excesivamente la agenda informativa de los medios.
Ya hemos tratado del aumento
de las audiencias, algunas de las cuales, en verdad, se dispararon,
ante la que puede ser considerada como una auténtica avalancha de
informaciones relacionadas la crisis y las consecuencias del
confinamiento. Los consumidores de información pasaron más tiempo
que nunca ante sus pantallas y siguieron los contenidos de
noticiarios y magacines desde sus receptores. Las audiencias
subieeron considerablemente. De esta forma, un
80 % de los encuestados apunta que la audiencia en su medio se ha
incrementado de forma notable tras
el inicio de la crisis, frente a un 15,7 % que apunta que se ha
mantenido aproximadamente igual y solo un 4,3 % que ha apreciado un
descenso. Siguiendo con el impacto que la crisis está teniendo en
los medios y su credibilidad, la mayoría de los periodistas (casi un
60 %) consideran que las
noticias contrastadas de los medios de comunicación saldrán
reforzadas de la
crisis frente a la viralidad de las redes sociales. Por otra parte,
un
77 % de los periodistas encuestados considera que los medios de
comunicación están publicando desinformación durante este periodo.
Finalmente,
según la encuesta de PR Garage, la COVID-19 y las medidas de
confinamiento también han tenido un fuerte impacto en la producción
y el consumo en los más diversos sectores. Esto también está
afectando a la publicidad y la inversión en medios, por lo que no
resulta extraño que algo
más del 97 % de los periodistas españoles considere que la
emergencia sanitaria supondrá una nueva crisis para los medios de
comunicación debido a una reducción en los ingresos publicitarios.
Al menos, un 60 % de
los encuestados manifestó no haber sufrido o tener conocimiento de
que su empresa prepara reducción de plantilla, siquiera de forma
temporal.
Día 91 de la alarma
Alguna
razón debe haber para que no hayan llenado del todo la pila de la
plaza del Charco. En sus bordes y en los bancos más próximos hablan
dos hombres que parecen gigantes, como si fueran luchadores. Nos
cruzamos, en el trayecto hasta la Peña, con extranjeros. Deben ser
residentes.
Vemos
las primeras pruebas de la alianza periodística que comentamos ayer,
entre infolibre.es
y
eldiario.es.
Escolar
y Marañas dan un paso hacia un nuevo periodismo. Veremos los
siguientes.
Es
la última reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con
sus colegas autonómicos. Bueno, la penúltima, porque según dijo él
mismo habrá otra presencial cuando se levante el estado de alarma.
La comparecencia del presidente deja un anuncio para el turismo que
parece definitivo: el Gobierno presentará el próximo jueves un
plan de impulso al turismo diseñado junto a los representantes del
sector y en coordinación con las comunidades autónomas. Sánchez
ha afirmado que la recuperación de la actividad turística será
prioritaria para el Ejecutivo, pues se trata de un sector que supone
más del 12 % del PIB español, que ha sido uno de los más dañados
durante la pandemia de la COVID-19 como consecuencia de las
restricciones a la movilidad y que será "clave" para la
recuperación de la economía. Según ha explicado, el Gobierno
quiere aprovechar la superación de la crisis no para volver al punto
anterior, sino para transformar las fortalezas de la oferta turística
española para impulsar la renovación urbana y hacerla más
sostenible desde el punto de vista medioambiental. Así, el plan de
impulso al turismo contribuirá a afianzar los territorios en riesgo
de despoblación, a mejorar las condiciones de empleo reduciendo la
precariedad y la brecha de género y a fomentar la convivencia entre
la población turística y la autóctona con la máxima seguridad
sanitaria.
En
consonancia con los criterios de la Unión Europea y las peticiones
del sector turístico, Sánchez ha anunciado que España levantará
los controles fronterizos con los Estados miembros a partir del 21 de
junio, coincidiendo con el fin del estado de alarma.
La sustanciosa comparecencia del jefe del ejecutivo se vio
complementada con otros hechos noticiosos: desde
entonces desaparecerá la obligación de cuarentena para los viajeros
que entren en el país. Además, en el marco de la bilateralidad de
las medidas, se mantienen los controles de fronteras interiores
terrestres con Portugal hasta el 30 de junio. Eso sí, dada la
"estrecha relación" con el país vecino, se celebrará un
acto de reapertura de las fronteras entre España y Portugal el
próximo 1 de julio en una ciudad española y una portuguesa, al que
acudirán el Rey, el presidente del Gobierno, el primer ministro
portugués y el presidente de la República portuguesa. A partir del
mes de julio, en fin, se abrirán las fronteras con países de fuera
del ‘Espacio Schengen’ que deberán cumplir tres requisitos:
tener una situación epidemiológica análoga a la de la UE, asumir
ciertas condiciones sanitarias en origen, trayecto y destino y
aceptar viajeros procedentes de la Unión.
El
sector turístico ya tiene un calendario para trabajar y terminar de
prepararse. Pedro Sánchez ha cumplido y ahora es cuestión de ir
comprobando cómo se desarrolla el proceso de recuperación.
Confiemos en el buen hacer de operadores, promotores y profesionales.
La experiencia se tiene que hacer notar en momentos así.
Un
súbito olor a humedad casi nos despierta de la siesta. Comprobamos
que llovizna. Hay que gente que regresa precipitadamente de la playa
pero aún tiene tiempo de un helado. Quienes siguen rebuscando
papeles y documentos hacen cada hallazgo: en una crónica de Paco
González Concepción, cuando ejercía de corresponsal en Tenerife
del periódico La
Provincia, se
alude a la fiesta de los periodistas de enero de 1972 y a las becas
concedidas entonces por la Asociación de la Prensa de Tenerife (APT)
a Julio Pérez Hernández, Pilar García Padilla, Manuel Perdomo
Alfonso y Sebastián Sarmiento Domínguez. El catedrático
orotavense, Jesús Hernández Perera, quien fuera rector de la
Universidad de La Laguna, recibió un pergamino que le acreditada
como Miembro de Honor de la APT.
Vuelve
a llover ligeramente cuando entra la noche.
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