jueves, 20 de julio de 2017

CALIDAD DE CONTENIDOS ANTES QUE VIRALIDAD

La directora del periódico inglés The Guardian, Katharine Viner, ha querido reivindicar el papel de los medios de comunicación que valoran la calidad antes que la viralidad de sus contenidos que calificó de 'vitales' en un contexto en el que “es muy sencilla la propagación de rumores y noticias falsas”.

El testimonio de Viner, expresado en ocasión de la entrega de la decimoquinta edición del premio de periodismo Diario Madrid, se une a la ya larga serie que sirve de soporte autocrítico en unos momentos delicados para la profesión, no solo por las dificultades de acceso al mercado laboral con unos mínimos de estabilidad sino por la incredulidad o la pérdida de confianza en un escenario muy controvertido en el que casi todo se cuestiona y que despierta tantas dudas que no son de extrañar apreciaciones de desconfianza que terminan primando. Seguramente porque la propagación de rumores y noticias falsas, para servir intereses de todo tipo, es un elemento generador de opiniones a la carta que terminan sustituyendo a los hechos, simplemente porque estos no existen, mejor dicho, son falsos o no se corresponden con la realidad.

Así es muy difícil informar, hacerlo con rigor, generar la confianza necesaria para emitirla con credibilidad. Algunos destacados periodistas coinciden en señalar la abundancia de información, impulsada por la extensión de Internet, como factor determinante del escenario aludido. La propia Katharine Viner ha definido: una batalla caótica. En ese sentido, se advierte nuevamente de los riesgos de las plataformas digitales y redes sociales cuya malvada utilización propicia noticias falsas o tratamienros informativos desajustados y distorsionadores de la realidad. De esa manera, la función de interés público de los medios degenera por completo.

El premio otorgado a The Guardian se basó en “su compromiso con la verdad en la era de la posverdad”. El jurado valoró la trayectoria de su directora como ejemplo de “vigorosa y potente aportación argumental a favor de la verificación de las fuentes informativas como nutrientes del periodismo”. Katharine Viner quiso hacer honor a tal circunstancia y abogó por la necesidad de “dejar las cosas claras a los lectores”, de modo que sea una obligación explicar las razones y decisiones que el medio defienda y adopte. Y es que, como ella misma señala, “el periodismo de calidad y la confianza es importante”. Por eso, lanza sin reservas una vieja máxima que debería hacer reflexionar a cuantos tienen vínculos en los distintos ámbitos mediáticos, ya sean empresarios o profesionales: “El periodismo no está para estar al lado de los poderosos sino para estar del lado del pueblo y enfrentarse a los poderosos”.

Puede que suene demasiado utópico pero maldita la hora en que se pierda el romanticismo para seguir defendiendo la libertad de expresión, la verdad, el pluralismo, la vocación, la información rigurosa, el oficio, el producto periodístico de calidad y la profesionalidad bien acreditada y valorada. Todo sea por verdadero amor al periodismo y sus valores.

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