En
su momento escribimos que los errores del partido Ciudadanos, basados
en muchos casos en la inexperiencia de algunos de sus dirigentes,
estaban gestando una crisis de imprevisibles consecuencias. Los
resultados de las elecciones de abril y mayo han abierto una crisis
seria, con abandonos progresivos de integrantes de la formación.
Solo la incertidumbre de qué va a pasar con la investidura de Pedro
Sánchez mantiene limitadas expectativas, así que, de aquel
deslumbrante éxito cosechado en Catalunya con Inés Arrimadas al
requebrajamiento de estructuras se avanza sin cesar. Aquel objetivo
de ocupar el centro político y dar el 'sorpasso' al Partido Popular,
como que se aleja: el acceso a instituciones, pendiente de que se
materialicen las operaciones de Madrid (Comunidad y Ayuntamiento),
para colmo, lleva la pesada carga de tener que aparecer en las fotos
con los representantes de la ultraderecha, como ya ocurriera en
Andalucía.
Otra:
la crisis de Ciudadanos en Canarias. El portavoz de la formación,
Mariano Cejas, ha causado baja, al cabo de cinco años de militancia.
Ha dicho que “no hemos sido honestos con nosostros mismos”, a
propósito de tantos vaivenes para concretar sus apoyos y determinar
la gobernabilidad de algunas instituciones. Dijimos que era la
inexperiencia: ahora, tras los pasos dados, con las pugnas internas
desatadas, con militantes confusos, desconcertados y decepcionados en
trance de abandono masivo, cabe hablar de Ciudadanos al borde del
precipicio. A la inexperiencia, habría que sumar la indefinición,
la ambigüedad, los personalismos, las ambiciones políticas
desatadas y la falta de tacto para darse cuenta de que en política
hay que saber moverse y respetar.
El
proyecto pues en Canarias saltó hecho añicos. Los esfuerzos para
forjarlo y fortalecerlo a medida que llegasen pruebas como las
electorales han servido de muy poco. Según Cejas, llegaron a
registrar mil seiscientos afiliados en las islas. Las diferencias con
otros componentes de la organización son evidentes. Él dice
marcharse con serenidad y nunca con odio ni rencor. Queda una gestora
a la que aguarda una durísima tarea: no es fácil recomponer los
restos del naufragio, máxime cuando median expedientes de expulsión
y quienes eran representantes, ahora, teniendo responsabilidades
públicas ejecutivas, pueden obrar sin ataduras, aunque es de esperar
que lo hagan coherentemente, defendiendo ideas y planteamientos que
alumbraron su participación política.
Quebradas
las costuras de Ciudadanos, no será fácil levantarse.
1 comentario:
Nacieron para ocupar el hueco social-liberal....entre PSOE y PP...pero hoy son un partido espejo del partido conservador...lejos quedan, los mensajes de centralidad, consenso y políticas para dar estabilidad a España...Rivera ha destrozado un proyecto político que podría haber dado mucho a este país...junto a PSOE en políticas sociales....requiem.
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