En
El Hierro agradecen con un sencillo mensaje la contribución de César
Manrique en el centenario de su nacimiento. El Centro de Iniciativas
Turísticas (CIT) presidido por el entusiasta Amós Lutzardo y con
sede en La Frontera, lo situó como figura principal de su V Semana
de la Cultura y las Artes. La isla sigue siendo territorio apropiado
para que la idea naturalista, tan preconizada por el artista
lanzaroteño, sea de aplicación permanente y se contrasten los
principios de sostenibilidad. El Hierro es naturaleza pura, donde los
vientos entrecruzan soplos mágicos que envuelven las neblinas que
dulcifican las temperaturas las cuales se agradecen en verano y hacen
que ciertos paisajes asemejen ambientes londinenses. De ese paisaje
herreño se enamoró Manrique, que dejó su huella en el mirador de
La Peña, como también sus discípulos Imeldo Bello, quien enseñó
durante años casi al aire libre; y Jaime Estévez Santana, el
polifacético artista icodense que llegó a la mencionada Semana por
el “camino de verde bosque” que, de alguna forma, es, a la vez,
una guía y un generoso tributo a la visión manriqueña de la vida y
del medio.
En
la isla empiezan a entender que su progresiva apertura al turismo no
es para infraestructuras hoteleras de doscientas habitaciones, que la
clave es la sostenibilidad, cuidar y conservar lo que se tiene, no
ocurra como las instalaciones de Las Puntas, donde el uso gratuito se
ve alterado por alguna gamberrada o conducta inapropiada que obliga a
su cierre. El Hierro es donde las extensiones de piña y de mango
lucen en lontananza y en las cercanías, donde las lapas y las
morenas saben como en muy pocos lugares de Canarias, donde todo el
mundo se conoce, donde los turistas de atuendo llevadero, sombrero y
gafas de sol preguntan para obtener una respuesta amable, donde las
distancias son cortas a cualquier hora y donde las rectas asfaltadas,
de sur a norte o de oeste a este, permiten una circulación cómoda.
La isla de sabores -feliz eslógan promocional- es también la de los
limpios fondos submarinos a donde acuden fotógrafos, biólogos,
naturalistas, especialistas y pescadores en busca del hábitat sin
igual. Hasta un volcán emergente se empeñó en hacerla más
atractiva.
La
isla del meridiano y del garoé nos retrotrae a la voz de José
Padrón Machín, el insólito corresponsal capaz de producir una
noticia todos los días, aunque una de ellas fuera el
acondicionamiento de un camino vecinal de cien metros con el que
acceder a las fincas de arriba. Aquella voz -se supone que conservada
en archivos- y aquel atuendo inconfundible han sido sustituidos por
el habla dulce y silbado de los personajes de la serie televisiva,
estrenada el pasado mes de junio y que ha llegado a tener su impacto
positivo para aumentar en casi un 6 % el índice de confianza
empresarial que actualiza la Cámara de Comercio de Santa Cruz de
Tenerife. La serie de Movistar, en efecto, protagonizada por Candela
Peña y Darío Grandinetti, ha supuesto una promoción de primerísimo
nivel, como se reconoce en la excelente ocupación hotelera y
extrahotelera de estos meses.
Pero
los jóvenes, dicen en la isla, se marchan desde que tienen
oportunidad. No les atrae la Naturaleza ni el sector primario, pese a
los incentivos que este guarda en su universo tecnológico. Ni pesca
ni agricultura ni aprovechamientos energéticos. El Hierro atrae pero
muchos habitantes prueban fortuna en otras latitudes en tanto
envejece la población que decidió quedarse porque esos encantos no
los hallará en ningún otro sitio. Algún paisano portuense que por
allí encontramos lo corrobora. Otros naturales, como Amós, sueña
con proyectar el nombre de la isla -que incorporó El Pinar como
tercer municipio de su geografía política-administrativa- allí
donde se pueda explicar, de forma cercana, aún es posible el cuidado
y adecuado uso de recursos naturales.
En
Valverde la bruma envuelve la leyenda, las parejas van abrigadas y
hay que dormir bajo sábanas. El “visionismo mágico” que a
Manrique, en su centenario, hubiera hecho feliz.
1 comentario:
CIT El Hierro le agradece profundamente a Salvador García Llanos por la reseña sobre el homenaje que recientemente le rendimos a César Manrique: 100 años de vida, durante la celebración de la V Semana Cultural de las Artes. Así como su presencia en nuestra asociación para asistir y participar en la clausura del evento. Muchísimas gracias y muy honrados de tenerle en nuestra isla de El Hierro.
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