La
caída de ingresos en el sector turístico en nuestro país, al
término del verano, puede superar los cuarenta mil millones de euros
con respecto al año anterior. Se está viendo: descenso de las
llegadas internacionales, turismo nacional aún muy cauteloso y clara
incidencia de la crisis económica. Pintan bastos en el sector.
Usando
como referencia los datos de 2019, en los meses centrales de la
temporada turística (junio-septiembre) llegaron a España 37,7
millones de turistas extranjeros, que dejaron 43.147 millones de
euros, según las encuestas de entradas por fronteras y gasto
turístico del Instituto Nacional de Estadística (INE). En esos
cuatro meses de 2019 se registró casi el 47% de los ingresos por
turismo extranjero de todo el año (92.278 millones), cifra que no se
volverá a repetir en 2020.
El
presidente de la organización empresarial Exceltur y Oficial
ejecutivo en Jefe (Ceo) de Meliá, Gabriel Escarrer, estima que la
ocupación en el sector hotelero se situará en el 30 %. Recordemos
que los hoteles son el tipo de establecimientos elegido por la
mayoría de los extranjeros que disfrutan de sus vacaciones en
España. La campaña de verano representa, con carácter general, en
torno al 60-70% de la facturación anual del sector. En la hipótesis,
muy optimista, de que este año se venda algo menos de la mitad que
el pasado, la factura podría situarse en torno a los 40.000 millones
de euros si a los ingresos dejados de percibir de los extranjeros se
suman los menores gastos de los nacionales.
Los
datos de turismo de los nacionales que registra el INE (en este caso
las cifras son trimestrales) indican que entre julio y septiembre del
año pasado se registraron 61,16 millones de viajes, que indujeron un
gasto de 19.297 millones de euros. De esta última cantidad, según
informó la agencia EFE, 12.762 millones se gastaron en viajes en
España y los 6.534 restantes, en desplazamientos al extranjero. Esta
segunda partida quedará este año, con toda probabilidad, reducida a
la mínima expresión y la primera se verá también mermada, porque
aunque se primará el turismo nacional, el temor a los rebrotes del
coronavirus y los efectos de la crisis económica se dejarán sentir
en la propensión a viajar.
Las
cifras de junio no se conocen todavía, pero quedarán en números
testimoniales y lejos de los nueve mil seiscientos noventa y seis
millones de ese mes del año pasado porque hasta el día 21 de ese
mes las fronteras siguieron cerradas. Tampoco se alcanzarán ni de
lejos los casi doce mil millones mensuales en julio y agosto ni los
nueve mil setecientos millones de septiembre. Para los nacionales, la
caída del gasto podría situarse en torno a los diez mil millones,
porque encuestas elaboradas por diversas consultoras coinciden en que
el descenso podría situarse en el 50 %. Un sondeo de EY-Parthenon
constata que los españoles viajarán menos y, entre los que viajen,
la mayoría gastará menos.
El
período enero-septiembre puede sumar hasta setenta mil millones en
pérdidas., según los cálculos hechos en medios turísticos.
Exceltur va más lejos y estima que las pérdidas anuales superarán
los ochenta y tres millones de euros. Habrá que aguardar a la
evolución del cuarto trimestre, cuando los operadores creen que
podría comenzar a reactivarse con más tirón el turismo
internacional. Eso significa que se evaporarán en torno a un 60% de
los ciento cuarenta mil trescientos millones que se consignaron el
año pasado como ingresos del turismo tanto nacional como exterior:
48.066 millones de gasto de los nacionales y los 92.278 millones de
los extranjeros que vienen a España.
Esto
significa que hay que decir adiós a la continuidad de siete récords
anuales consecutivos de llegadas de turistas extranjeros, lo que
conocía como período de vacas gordas, y que se cerró en nuestro
país en 2019 con 83,7 millones de entradas. Nadie en el sector se
aventura a dar una cifra de cierre del año, pero a finales de mayo
las llegadas seguían estabilizadas en 10,6 millones de cierre de
marzo (en abril y mayo no hubo entradas por el cierre de fronteras),
casi veinte millones menos que un año antes.
Canarias
es la tercera comunidad (detrás de Catalunya y Baleares) más
castigada por la caída del turismo extranjero. Las cifras de nuestra
comunidad son llamativas y preocupantes: casi tres millones de
turistas menos y tres mil seiscientos sesenta y tres millones de
euros de menores ingresos.
Como
se puede comprobar, hasta que se produzca la recuperación, para
convertir las noches en duermevela.
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